Capítulo dieciocho

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____PALADINO

Después de un rato haciendo tarea tras tarea entró Hellen a la habitación de Dash.

-¡Ya lo entendí!- dijo ella dejando con fuerza un libro en la mesa. El rubio se agarró el puente de la nariz avergonzado mientras su madre le explicaba todo de los deberes de matemáticas.

Con razón estaba en mates avanzadas.

15 minutos pasó Hellen explicándole todo mientras yo intentaba no reírme.

-Mamá, ahí no se utiliza decinimales.-

-Claro que sí. Tu hazlo. Ala, me voy.-

A la que Hellen cerró la puerta comencé a reírme.

-Cállate.

-¿"Decinimales"? ¿Enserio?- decía riéndome.

-Va enserio, cállate.

-¿O si no qué?

Nos quedamos callados mirándonos. Estuvimos así un buen rato hasta que Dash rompió el silencio.

DASH PARR

-Si estuvieras enamorada de alguien, ¿se lo dirías? Quiero decir, ¿le confesarías que te gusta y todo ese rollo?

No sé en qué mierda estaba pensado al soltarle eso así de repente.

Ella se quedo confundida inclinando a un lado su cabeza a la vez que arqueaba las cejas.

-No... em... no lo sé- respondió-. Nunca lo había pensado...

-¿Nunca te has... enamorado?

-No, creo que no.- auch.

Tocaron a la puerta y mi hermana asomó la cabeza.

-____, te busca tu madre. Ya está abajo.

-Oh, vale. Gracias, Violeta.- dijo levantándose de la silla. -Gracias a ti también, por todo.-

Se acercó y me dio un beso en la mejilla antes de dirigirse a la puerta. No lo voy a negar, en ese momento me sonrojé y me quedé mirando a la nada con una sonrisa boba en la cara.

____ PALADINO

Mamá y yo nos despedimos de los Parr y nos fuimos a casa. La notaba tensa mientras conducía.

-¿Como se te ocurre, ____? ¿Y si te hubiesen pillado? ¿Estás segura que ni siquiera tus amigos se han dado cuenta?- preguntaba desesperadamente mi madre nada más pasar la puerta de casa.

Por obvias razones ella no sabía que Kate y Jack ya tenían presente mis dones.

-Mamá, entiéndelo, no tenía otra opción.

-¿Quieres que te pase lo mismo que a tu padre? ¿Quieres desaparecer por jugar a los superhéroes?

-Ya somos legales, ya no tienes por que preocuparte. No sé por qué te pones así siempre cuando hago algo para lo que he nacido, mamá. Tengo poderes y, ¿sabes?, los voy a utilizar para hacer justicia y salvar a todos quienes lo necesiten.

-Vete a tu cuarto.- susurró ella. -¡Vete a tu maldito cuarto!- repitió, esta vez gritando.

Me hice un portal hasta mi habitación, solo para enfurecerla aún más.

Estando ahí agarré mi mp3 y los cascos, y me puse a escuchar durante un buen rato música a todo volumen.

Canciones iban pasando...

Kiss, Green Day, Nirvana, The Beatles...

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Felices Pascuas, personas bellas.
Gracias por todo el apoyo <3333

Nada es para siempre, excepto lo nuestro// Dashiell Robert Parr y ____ PaladinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora