____ PALADINO
Intentaba respirar e incorporarme. Sentía todo el cuerpo pesado.
Una mano me acariciaba la mejilla con suavidad.
-Ya está, no pasa nada.- me repetía una voz que reconocí al instante.
Fue entonces cuando reaccioné y me incorporé de golpe, tan rápido que llegué a marearme por un instante. Vi a Dash. Con el traje. El traje de superhéroe. El traje de Supervelocity.
Entonces Violetta abrió la puerta.
Ella llevaba puesto el traje de Invisibility.En cuanto me vio la cerró mientras decía bajito "No es un buen momento."
-____, tenemos que hablar.- dijo entonces Dash.
-Ya lo creo.
-Los dos somos supers. Fantástico, ¿no crees?- espetó él nervioso.
-Si, ya lo creo...
Entonces me di cuenta.
¡¿COMO RAYOS SABÍA QUE YO ERA SÚPER?!
Abrí mis ojos como platos mirándole.
-Sí, lo sé. Que nuestros padres fueran amigos no era una coincidencia.
-¿Tú... lo sabías?
-Hasta hace unos días, te lo prometo.- me interrumpió.
Me fijé en las heridas nuevas de su rostro.
-Deberías curarte esto.- dije acariciando cerca de un rasguño en su pómulo.
-Eso es lo que menos me importa en estos momentos, ____.
-Oh, vamos.- me quejé levantándome de la cama en dirección a su baño.
Tomé el alcohol de una estantería junto con algodón.
-¿Qué haces?- preguntó él desde la puerta.
Agarré su mano, guiándolo hasta su cama de nuevo.
Nos sentamos y comencé a desinfectar sus heridas con el algodón húmedo.
-Auch!
-Dash, ____, ¿podéis venir un momento por favor?- nos interrumpió la señora Parr.
-Si, em... claro.- respondí.
La seguimos hasta la cocina, donde Violetta y el señor Parr esperaban. Nos hicieron sentarnos en la mesa y fue entonces cuando los nervios se apoderaron de mi.
-____, antes que nada, por favor, no le puedes contar a tu madre lo que has visto, ¿entendido?- comenzó a hablar el Sr. Parr. Yo asentí con un nudo en el estómago.- Bien. Tu padre y yo nos conocimos porque él era abogado de los súpers. Siempre nos defendía ante cualquier cosa, y no porque nos admirase, sino porque él también era uno de nosotros. Entre nuestro grupo de amigos logramos convencerle de que se hiciese un superhéroe. Años después ilegalizaron a los súpers y él tomó el mando de abogado en los juicios. Ahí conoció a Emma. De entonces para delante es mejor que no te cuente nada, por tu madre.
No sabía qué decir.
Estaba procesándolo todo mientras miraba un punto fijo en la mesa.
-¿Estás bien?- preguntó Dash a mi oído. Asentí.
-Gracias por contarme esto Sr. Parr, se lo agradezco. Debería irme a casa, se hace tarde.
-Te llevo.- se ofreció el rubio.
-Eso sería genial, gracias.- acepté.
No estaba en el mejor estado para ir caminando y menos para usar mis poderes.
-Me voy a cambiar, vuelvo en 5 minutos.- dijo antes de levantarse.
Violetta me tendió un vaso con jugo de manzana que yo acepté sin problema. En eso el timbre sonó y la puerta se abrió, dejando ver a una señora bajita, con pelo corto y flequillo entrar con Jack Jack.
-Sentimos la tardanza, el niño... AHH- paró de hablar la mujer de acento extraño al verme, dando un grito ahogado.- No puede ser. ¿Es ella?- preguntó acercándose a mi con los ojos bien abiertos.
-Sí, Edna.- respondió la Sra. Parr.
-¡NI MÁS NI MENOS QUE LA HIJA DE MI GRAN AMIGO ULTRAVISIÓN! ____, querida, hacía un montón que no te veía. Estás enorme. Venga párate.- la mujer que la Sra Parr reconoció como Edna se sacó un cinta métrica y comenzó a medirme. Brazos, piernas, cadera, cintura, pechos y altura de pies a cabeza. -1'09 metros más desde la última vez que te vi. Necesitas otro traje.- mencionó emocionada.
Yo no entendía nada.
Llegó Dash vestido como él, no como el superhéroe.
-Oh, hola, Edna. ¿Vamos, ____?-
Me despedí de todos los presentes y seguí a Dash al garaje.
-Oh, no, nonononono y no.- dije al ver que me tendía un casco estando delante de una moto. -Las motos me dan pánico, no puedo subirme a eso.
-Vamos, tampoco es para tanto.- se burló.
-SÍ, SÍ ES PARA TANTO.
Él se me quedó mirando, apoyado en la moto.
-¿Qué pasa?
Se acercó a mi y tuve que mirar hacia arriba para poder mirarlo bien a los ojos, aunque tuviese ganas de apartar la mirada por lo imponente que se veía.
-Eres preciosa, ¿te lo había dicho?-
Sonreí mirando hacia abajo, escondiendo el color rojo que había teñido mis mejillas. Maripositas me invadían todo el estómago.
-Lo siento.- pronunció obligándome a mirarlo con su mano en mi mentón. Yo estaba confundida de nuevo. -Ya no aguanto más.
Y sin esperar siquiera a que yo reaccionase, juntó nuestros labios.
Solté el casco sin pensar y el ruido que ocasionó hizo que nos separásemos con las frentes aún juntas. Esta vez fui yo quien acortó distancias, uniendo nuestros labios en un beso tierno y sincero. Bajó sus dos manos a mi cintura y las mias a su cuello, acariciando su cabello rubio y suave.
-Te llevo a casa.- dijo con nuestras frentes aún juntas.
-Aja.
Estuve aferrada a él durante todo el viaje el moto y al llegar a mi casa nos despedimos con otro beso corto.
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El último por hoy y el más especial. <333
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Nada es para siempre, excepto lo nuestro// Dashiell Robert Parr y ____ Paladino
Fanfiction____ y Dash ya se conocían, pero no no sabían lo tanto que tenían en común. Refuerzan su amistad e, incluso, puede que algo más alla de un simple "te quiero". (Esto seguramente lo editaré a medida que vaya haciendo la historia xd) ...