Nada es para siempre, excepto lo nuestro// Dashiell Robert Parr y ____ Paladino

Capítulo dieciséis

____ PALADINO

Un pitido. Dos.

-Hola, cariño. ¿Ocurre algo?- escuché a mi madre al otro lado de la línea. Los agentes me obligaron a llamarle desde comisaría, donde di mi testimonio de lo que había pasado.

Por obvias razones no les expliqué todo como fue: les dije que la mujer entró, bla, bla, bla y que cuando me agarró del cuello me dio um subidón de adrenalina, consiguiendo así quitarle la pistola. Les dije que cuando "disparé" le tiré algo que nadie vio. También tomaron testimonio a Kate y Jack que defendieron lo que dije.

-Oh, emh, hola, mamá. No, no pasa nada.- SuperVelocity me miró arqueando las cejas sentado en una silla a un par de metros.- Bueno... En realidad... Estoy en comisaría.-

-¡¿QUE?!

-Mamá, no ha pasado nada grave, no te preocupes.- el superhéroe a mi lado arqueó aún más las cejas.

-____, tienes que decírselo.- dijo apoyando los codos en sus muslos.

Me quedé pasmada.

¿Cómo se sabía mi nombre?

-Decirme el qué.- decía mi madre desesperada. Yo suspiré.

-Hoy fui con Jack y Kate a la cafetería. Emh, estábamos desayunando y una mujer entró para robar el dinero de la caja. No... emh... no sé cómo pasó, pero acabó agarrándome del cuello y apuntándome con la pistola. ¿Sabes eso que dicen que la adrenalina te da súper poderes? Bueno, no como los de SuperVelocity que está a mi lado, claro que no. Pues... entonces se me subió la adrenalina y le arrebaté la pistola de las manos. Se cayó...

-No me estás contando la verdad, hay personas al rededor.- susurró mi madre.

-Sí, sí, ya estoy bien.- intenté disimular.

-Llamaré a alguien para que te saque de allí, cariño, cuando llegue me lo explicas.

-Está bien.

-Llamaré a los Parr, tienen control sobre cosas así.

DASH PARR

-Mamá, no hace falta que llames a los Parr, puedo irme con los padres de Kate o Jack.- dijo ____ y me levanté de inmediato.

-Te he dicho que voy a llamar a los Parr y punto, ____ Paladino.- su madre dijo.

Salí de la oficina donde estábamos y me dirigí donde estaban los agentes.

-Señores, señoras, yo me voy.- les anuncié.

-Super, te necesitamos un rato más, hombre.- dijo Jeff.

-Más personas me necesitan, tengo vida, ¿sabes?- bromeé.

Le di un golpe en la espalda mientras me despedía de todo el mundo. Volví a la oficina donde sus dos amigos ya se encontraban después de hablar con los oficiales y ____ ya había colgado.

-Me voy, chicos. Un adulto os tiene que venir a recoger. Que paséis un buen día.- sonreí.

-Supervelocity.- me llamaron en cuanto me giré para salir.- Como... ¿Como es que sabes mi nombre?- era ____.

Mierda.

No me di cuenta cuando dije su nombre.

-Me sé el nombre de muchas personas. Tú te llamas ____, ella Kate y él Jack. Nos vemos.- intenté sonar lo más seguro y obvio posible. Después de eso me fui a súper velocidad antes que me dijeran cualquier cosa.

Llegué a casa y busqué a mi madre. Estaba en el jardín tumbada en una hamaca que teníamos hablando por teléfono, Yo ya sabía quién era. Papá estaba cerca con JackJack jugando a no sé qué.

Le di un golpe a la pulsera del traje que nos diseñó Edna para quitarme el traje. Gracias a esa pulsera no teníamos que estar poniéndonos y sacándonos el traje cada dos por tres, era solamente darle un golpe intencionado a la pulsera.

Mi madre me miró mientras colgaba el teléfono.

-La madre de ____ lo sabe.- les aseguré.

Mis padre se miraron entre ellos y papá asintió con la cabeza.

-JackJack, cariño, ¿me puedes traer la revista de color azul en mi habitación, por favor?- dijo mi madre. El pequeño se fue a dentro haciéndole caso.

-Hijo, te vamos a contar una cosa que tú no vas a contar a nadie, ¿de acuerdo?

-¿Por qué me estás hablando como si fuera un crío, papá?- contesté.

-____ también es súper, Dash.- dijo mi madre impacientada.

Me quedé atónito.

No podía ser.

-¿Qué? ¿Cómo?- pregunté esta vez yo.

-Su padre. Simon Paladino, más conocido como Ultravisión.- terminó mi padre.

-Entonces... le puedo decir que soy súper, puedo...

-No, no puedes, hijo.- me cortó mamá. -¿Te acuerdas cuando salvamos a papá de una isla?- asentí.- Simon también fue allí, pero no corrió la misma suerte que tu padre. Desde entonces casi no hablamos con Emma. Tiene miedo. No quiere que le pase algo a ____. No la deja ser una superheroina como nosotros, ni siquiera usar sus poderes. Si de verdad la consideras una amiga, deberías protegerla. Ella... ella aún no sabe qué le pasó en realidad a su padre. Ahora vámonos a comisaría. Robert, tú quédate con JackJack.

Solo logré asentir y seguir a mi madre hacia el garaje para coger el coche.

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¡Sorpresa!
He editado unos cuantos capítulos porque la historia no iba a tener coherencia...
El padre de ____ desapareció cuando ella tenía 9. Las dos familias ya se conocían. Y lo de Halloween, que, en mi defensa, diré que lo escribí así porque mis padres son de dos países diferentes de Latam y ambos dicen Día de Muertos... pero bueno, ya está arreglado. :))

Hasta el próximo capítulo, besitos en la frente. <33