Capítulo veintitres

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____ PALADINO

Me dio igual llegar a las 9 pm a casa, me metí en la cama y me dormí al instante.

Al día siguiente me desperté y fui al piso de abajo a desayunar. En la encimera había una nota:

"Escucha el buzón de voz del teléfono del salón
mamá"

Lo escuché mientras me comía un bocadillo de mantequilla de cacahuete.

"Hola, cariño. Siento no poder estar en casa, ha surgido algo en el caso en el que estoy trabajando y he tenido que ir de emergencia. Tienes un taper con comida en la nevera. Te quiero."

Me era indiferente, no era la primera vez que pasaba.

No hice nada muy interesante. Por la mañana jugué con una consola antigua que tenía guardada desde hace tiempo mientras pensaba.

¿Debería entrar de nuevo en el despacho secreto de papá?

Agarré mi teléfono móvil y abrí los mensajes. Dudé sobre si escribirle a Kate y Jack, pero acabé en el chat de Dash.

-Hey.
Necesito que vengas a mi casa, hay algo que me gustaría que vieras conmigo.

Pasaron alrededor de 30 minutos y decidí entrenar un rato para relajarme.

Me fui a cambiar y bajé al sótano. Me puse los guantes y comencé a golpear al saco.

Pasaron un par de horas cuando escuché la alarma que en el sótano significaba que alguien se acercaba a la puerta. No me preocupé.

Será mamá que acaba de volver.

DASH PARR

____ abrió la puerta despreocupada y se sorprendió al verme al otro lado. La miré de arriba a abajo y escondí la estúpida sonrisita que se me hacía siempre al verla.

Creo que era la primera vez que la veía con ropa tan ajustada, quiero decir, siempre vestía con chándal, pero hoy llevaba unas mallas y un top deportivo, dejándome ver su preciosa figura.

En seguida se tapó el torso como pudo y parecía estar incómoda de repente.

¿Cómo podía ser insegura tal mujer?

-Estás preciosa.- Solté sin pensar.

Ella rió.

-¿Siempre le sueltas comentarios así a la gente?

-¿Te cuesta tanto aceptar un cumplido que crees que se lo digo a todo el mundo?

____ PALADINO

De repente se tiró al suelo de rodillas y agarró mis dos manos, dejando un beso en cada una. Comencé a reírme aún más.

-Eres un idiota, Parr. Venga, levántate.

-Tú me tienes idiota, ____ Paladino.- afirmó levantándose sin soltar mis manos.

Esas mariposistas en mi estómago comenzaron a revolotear aún más rápido y sentí mis mejillas enrojecer de inmediato.

Nada es para siempre, excepto lo nuestro// Dashiell Robert Parr y ____ PaladinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora