V del volver de los Valkov

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Egor

Ya habíamos arribado hacia 2 dias en la calurosa y tortuosa Grecia, todo el equipo se había ordenado de tal manera que deacuerdo a las coordenadas que el inútil de  mi hermano menor, se había dignado de enviar hace unos días, dándonos el tiempo necesario para crear la estrategia de invasión del lugar vacacional del  consejero de la mafia italiana.

El cual no era de mucha relevancia en nuestro plan por derrotarlos, pero era lo suficientemente importante para anunciar nuestro regreso, de una manera mucho más sorpresiva que presentarnos directamente en la mansión D'Angelo.

Actualmente nos encontrábamos a pocos metros de la mansión fortificada del miembro, en un auto blindado que habíamos robado de la policía lugareña, estábamos armados con las armas que nuestros caritativos oponentes nos habían otorgado con su extravío de armamento, para si darle una probada de su propia medicina.

Todos estábamos listos, a la espera de que la seguridad frontal del lugar fuera deshabilitada, uno de nuestros mejores mercenarios se encargaba de ello en estos momentos.

Mientras tanto yo procuraba que cada uno de nuestros escuadrones estuviera en su posición por medio del micrófono que conectaba a los auriculares tácticos  que cada uno tenía, para comunicarnos a larga distancia.

- ¿Equipo Omega están en posición?-

-Afirmativo, señor- contestaron del otro lado, así proseguí con el resto de nuestros equipos en el perímetro listos para la acción.

En las pantallas de los monitores frente a mi, se encontraba la vista del plano frontal de la gigantesca mansión fortificada con un gran portón de acero electrificado, todo esto era posible gracias a la agente que poseía una micro cámara en su vestuario que caminaba hacia la dicha edificio, esperando la señal para poder asaltar el lugar. 

La falta de escrúpulos de los enemigos con respecto a mujeres, siempre sería un aspecto a favor de nosotros.

- estás en posición, Ivannov?- pregunté por medio del micrófono que conectaba al auricular del agente en cuestión.

- solo espera un segundo?- murmuró la mercenaria con cabellera falsa rubia mientras subía los escalones de la mansión a la espera de que los gigantes portones de hierro se abrieran.

- cual es el motivo de su visita, señorita?- pregunto uno de los de seguridad en el apestoso idioma italiano.

Estaba concentrado en el acceso de la mercenaria, hasta que el tambaleo del suelo en el auto en que me encontraba, alertó a todos los mercenarios dentro de este, haciendo que todos sacáramos un arma, apuntando al supuesto punto de origen del movimiento.

Hasta darnos cuenta que el responsable de esa falsa alarma era mi idiota hermano Evan, que estaba trotando en el camión y haciendo movimientos extraños, haciendo que todo el camión se moviera con fuerza.

-¿Qué?- volteo este algo indiferente al sentir la mirada de enojo de todos los presentes, parando de hacer sus extraños movimientos.

-Ne mogli by vy byt'na meste (Podrías estarte quieto)- pedí entre dientes un tanto irritado en mi lengua materna.

-¿U tebya v anuse blokhi cht li?(¿Tienes pulgas en el ano o qué?)- agregó con hastío mi también fastidioso primo sentado en el banco del auto.

-Solo estoy calentando, he ansiado este momento por 5 años, no quiero que agarre un calambre el medio del tiroteo y quede como un colador- explicó para aumentar la irritación del lugar.

-Pues si  no sientas tu  culo ansioso en ese asiento, de todas maneras quedarás como un colador- amenacé, señalando el espacio vacío junto a Vincent, en respuesta rodo los ojos y obedeció de mala gana.

Imperio de sangre 18+ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora