Dejá vu a la inversa

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Donnovan

Fue fácil seguirlos sin ser percibido debido a la gran cantidad de personas en los pasillos.

Pero con cada paso que daba mi ira se iba intensificando, mirando a ese par escabullirse como dos amantes ansiosos de consumar su atracción.

Ese pensamiento me hizo apretar el agarre en el mango de mi arma, que escondía en la chaqueta de mi traje.

No iba a tocar que ese cualquiera la tocará frente a mis narices, pero no los iba a enfrentar sin que llegarán a la habitación.

Porque sabiendo lo astuta que es la pequeña italiana, enredaria todo hasta el punto de decir que es un mal entendido mío.

Estaba más que irritado por el hecho de que se estuviera acostando con un cualquiera que ni siquiera podía distinguir su rostro, pero la forma en que lo miraba hacia que...

- Hey pon freno - salió de pronto Khalid bloqueandome el paso y moví la cabeza tratando de no perder el paso de la maldita pareja.

Estaba más que irritado y no quería explotar con él, porque al parecer no se merecía cualquier de las acusaciones que le había hecho mentalmente.

Pero si no me dejaba avanzar eso cambiaría.

- Suéltame- solté entre dientes tratando de safarme de su agarre en mis brazos.

- Oye pero pareces un toro ¿qué rayos te pasa?-

Trate de safarme pero mi hombro aún no estaba del todo arreglado por lo que si hacia un movimiento brusco, me lo jodería de nuevo.

- Solo sueltame-

Una chica ebria se desmayó sobre nosotros, liberandome al instante del agarre del francés, que sostuvo ágilmente a la chica antes de caer al suelo.

Aproveche esta oportunidad para esfumarme de su vista y que no volviera a irrumpir en mis planes si no quería anotarlo a la lista defunción del día.

Había perdido parte del rastro de donde se había ido la jodida parejita, pero con mi instinto intuí que podía estar en el único pasillo de la casa que no se veía a estallar de personas y desefunde mi arma aún ocultandola con la chaqueta.

Al maldito tipo ni siquiera le iba a dar tiempo de hablar antes de que le diera de comer unos tiros, por tocar lo que no es de él.

Comencé a revisar la manija de las puertas y todas estaban con seguro, me deduje que tendría que comenzar a tirar puertas hasta que sentí el pomo de una de las puertas aún tibio, lo gire esperando que tuviera seguro y tuviera que disparar, pero para mí sorpresa estaba sin seguro.

Lo cual me dejó helado, tome una honda respiración antes de abrir precipitadamente la puerta, apuntando a lo primero que se moviera en la sala, pero todo estaba vacío, sin ninguna clase de quejido o imagen profana que requiriera censura.

Solo estaba ella.

Alma estaba sentada en uno de los sofá de su amplia habitación lujosa mirando a la ventana con la mirada vacía, hasta que pareció entrar en si y notar que no estaba sola.

-¿Volv..?- se giró para ver quién había entrado y al instante el semblante risueño en su cara desapareció siendo reemplazado por una mueca genuina de desconcierto.

- ¿Donde está?- pregunté secamente buscando algún movimiento del tipo para cargarlo de balas.

Se levantó inmediatamente del sofá poniéndose en guardia, al ver que  tenía un arma en la mano.

- ¿Como... - trataba formular una pregunta coherente pero aun era presa del desconcierto.

- Yo soy tu jefa puedo acostarme con quien sea- refutó cruzándose de brazos.

Imperio de sangre 18+ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora