Maratón 3/5

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Ni él es Romeo ni ella Julieta

Alma

Espere el impacto del concreto con mi cara pensando si dolería morirse así o sería rápido y sin dolor, pero todos esos pensamientos se esfumaron en cuanto sentí un fuerte agarre en mi cintura.

¿Será mi ángel guardián tomando mi espíritu? Nah no creo que mi ángel me ayudara de hecho, creo que de hace años que quedo desempleado debido a mi espíritu perdido.

-ya abre los malditos ojos que pesas- se quejó la ronca voz de Donnovan que esfumo las teorías sobre un ente inexistente.

Abrí los ojos de golpe, y si, todavía seguía en el mundo de los vivos, lo primero que vi fue el rostro de Donnovan mirándome sin expresión alguna, tal vez por el esfuerzo de estarme sosteniendo en el aire al estilo de ese paso de baile de Dirty Dancing el cual se queda pendejo ante la versión extrema que acabamos de hacer, yo más que todo, ya que fui quien se aventó del edificio.

Don me puso cuidadosamente en el suelo y en cuanto sentí la textura del césped contra mis pies pude recobrar el ritmo normal de mi respiración porque si hablamos de mi pulso, sentía que el corazón se me iba a salir por la garganta.

-ves no sucedió nada trágico como esperabas- dijo obvio mientras abría la puerta del auto de escolta, que ni tengo remota idea de cuando fue por él, pero en mi ultima revisión solo estaba el rodeado de flores como un jodido príncipe azul maníaco que me obligo a hacer una acción suicida.

-se supone que Romeo es el que tiene que trepar el edificio para entrar en la habitación de Julieta no orillar a Julieta a cometer una acción casi suicida- recrimine mientras el tomaba impaciente el borde de la puerta del auto.

-tu no eres ninguna Julieta- replicó con total indiferencia.

- ¡y ya quedo más que claro que tú no eres ningún Romeo!- defendí obvia mientras me metía al auto y cerraba la puerta de un portazo con fuerza dejando a Donnovan indiferente con las manos vacías y el rostro lleno de incomprensión debido a mi repentino reproche con ira.

¡Si saben lo temperamental que soy para que me invitan!

Cruce los brazos enfadada mirándolo rodear el auto y subirse al asiento del conductor con total indiferencia.

-será mejor que te agaches no hay otra salida que la principal- dijo mientras encendía el auto mirando el retrovisor yendo en reversa.

- tantas ordenes esperó que el regalo valga la pena porque tendrás que recompensarme con creces luego de aplastar mis apreciados geranios con tus asquerosas ruedas- concluí mientras me acostaba en el suelo del auto tratando de pasar desapercibida ante los escoltas de la salida.

- ni siquiera te gustan las flores solo buscas que echarme en cara porque no tienes fundamentos- murmuro mientras sentía como el auto se movía, pero no quise responder ante sus insolentes argumentos.

En su lugar me centre en mirar la tela negra que cubrían los asientos y de como la parte inferior de el auto estaba perfectamente pulcra, escuche como intercambio unas palabras con el escolta de la entrada, justificando su salida para ir a comprar un medicamento para la migraña que la cumpleañera padecía.

Ja, también de paso compra una caja extra de condones porque todo lo que me hiciste lo vas a pagar caro Donnovan Leone, jeje.

Luego de que nos alejaramos lo suficiente de la mansión, decidí levantarme del suelo antes de que el imperturbable conductor que tenía por amante me lo pidiera y cuando lo hice vi por la ventana que ya nos encontrábamos en un sendero de tierra con árboles a los lados, sabiendo hacia donde nos dirigíamos me recosté tranquilamente en el respaldar del auto no sin antes contraer mi cara y soltar:

Imperio de sangre 18+ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora