"Elegir entre lo que el mundo quiere que seas y quién eres".
Esta historia inicia con la pelea final de Black Widow vs Taskmaster, habla sobre la relación de hermanas entre Yelena y Natasha junto con la relación romántica entre Wanda y Natasha, pas...
-Yelena despierta... ¡Yelena!-. Escuché el grito de mi hermana haciendo que me despertara de golpe.
-¡¿Qué pasa?! ¿Qué?-. Dije empujando todas las cobijas que me cubrían totalmente desesperada, solo para ver a mi hermana en la orilla con una sonrisa en su rostro.
-Buenos días-. Dijo con alegría mientras me observaba completamente divertida.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué me despiertas de está manera?-. Gruñi mientras alzaba mi ceja.
-Solo para molestarte, vamos levántate, que quiero que me acompañes a un lado-. Dijo golpeando mi pierna con su sonrisa torcida.
-Ah no, no quiero-. Dije haciendo una mueca mientras me acomodaba en la cama.
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-Levántate, tienes cinco minutos, te espero afuera-. Dijo Natalia alegremente mientras se marchaba de mi recámara.
Bufé mientras me recostaba en mi cama de nuevo, no había ningún día en que me dejaran dormir en paz, alguien tenía que venir o hacer ruido para molestarme, por ejemplo; Sam suele hacer el desayuno y hace demasiado ruido con los trastes, Wanda suele poner música en alto volúmen, Steve suele levantarse mucho más temprano para hacer ejercicio pero pisa tan fuerte en el pasillo que es molesto, Natalia no hace tanto ruido pero le gustaba venir a molestarme, a veces solo se tiraba en mi cama y me envolvía en un abrazo, nunca hay paz en esta casa.
Me levanté de la cama, pataleando hasta quitarme las cobijas, arrastre los pies hasta el cuarto de baño para ir hacer mis necesidades, luego me lave las manos y comencé mi aseo personal, claramente me tomo más de cinco minutos arreglarme, cambiarme y tender mi cama, además que lo hice con esa intención.
-Buenos días a todos-. Dije tomando asiento en una silla del comedor donde todos estaban sentados desayunando.
-Buenos días Yelena-. Dijeron al uniso Sam y Steve dándome una sonrisa que devolví.
-Hola Yel, ¿Cómo ameneciste este día tan maravilloso?-. Dijo Wanda abrazándome por los hombros ya que estaba sentada a mi lado izquierdo.
-Hubiera amanecido bien si alguien no me hubiera ido a molestar, ¿Sabes Wanda? Algún día terminarás siendo una nueva generación de novia viuda-. Dije mirándola fijamente a los ojos para después ver cómo se reía al igual que los chicos.
-Los hermanos pequeños siempre son unos llorones, levántate que tenemos que salir antes de que salga el sol-. Dijo Natalia levantándose para tomar un mochila que estaba a su lado.
-Espera un segundo... ¿Qué hora es?-. Dije frunciendo el ceño al ver como Steve se ocultaba detrás de su taza mientras tomaba café, Sam reía y Wanda se mordió el labio inferior, rápidamente salí corriendo para traer el celular y ver la hora.
-¡Natalia!-. Grité a todo pulmón cuando vi que eran las cuatro de la mañana.
-¡Vamos! ¡Te va encantar!-. Grito de vuelta haciendo que golpeara con mi pie derecho el suelo, quería matarla lentamente, ¿A quién se le ocurre levantarme a esta hora?, Volví a salir de mi habitación para ver qué nadie me miraba a los ojos, frunci el ceño cruzandome de brazos observando ahora a Natalia quién me sonrío y me arrojó una mochila que atrapé con facilidad.
