Capitulo 2.

530 42 4
                                    

En mis ojos solo se distinguía una luz entrante volteaba a ver a todos lados por un lado veía las cortinas entre abiertas y por otro lado a una bella mujer durmiendo en un sillón, hasta que ví sus lindos ojos abrirse poco a poco.

—No me veas así—dijo bostezando está demasiado linda.

—¿Por qué?—pregunté riendo.

—Porque me desgastó—dijo mientras se acercaba a mí yo solo negaba riendo—Por cierto ¿Como dormiste?, ¿Te sientes bien?—preguntaba agarrando mi cara.

—Estoy bien tranquila—dije poniendo mi mano con la suya.

—Esta bien—dijo con una sonrisa, solo nos veiamos a los ojos de verdad tenía unos lindos ojos.

Tenía una sensación de besarla pero no era capaz de eso, se había formado un ambiente incómodo hasta no de ser por aquella enfermera que entró.

—Buenos días—dijo entrando con uns papeles en las manos.

—Buenos días—ambos respondimos aquella muchacha se nos acercó anotando algo.

—Bien señorita William hoy se podrá llevar al señor Gallagher, no presentó otra cosa más que su perdida de memoria—dijo entregando los papeles..

Aquella chica solo respondió con un "si" y firmo de vuelta con la chica solo se fue dejándonos ella me miró.

—Bien es hora de volver a casa—dijo para así ayudarme a ponerme de pie.

Ambos nos cambiamos y salimos no entendía nada, en el camino solo iba poniendo música era chistosa en la manera en que cantaba era música adolorida pero no había que lamentar ¿O si?.

—Bien ¿Qué quieres hacer hoy?—ya habíamos llegado a casa tenía un rico olor..

—Quiero descansar un poco—ella asintió y subimos a la habitación.

—Bien aquí estarás cómodo, yo iré hacer de comer—se fue dejando me ahí..

Era demasiado gentil delicada, en la noche observaba su cara tengo suerte de tener una mujer bella a mi lado. Sentí un beso en mi mejilla eso me dió tanto amor hasta que desperté al abrir completamente los ojos pude aquellos ojos que me matan literalmente.

—Hola bello durmiente—sonrió dejando ver sus dientes.

—Hola cielo—bese su cachete hice que se sonrojara-¿Qué no te gusta mía recto?.

—No es eso es que llevábamos demasiado tiempo juntos que me sorprende que me sigas haciendo sonrojar—más puntos para mí.

—¿Por qué despiertas a este fiel caballero?—lo volví hacer sonrojar h un poco apenada contesto.

—Ya está lista la comida cielo—tomo mi mano.

—Bien porque muero de hambre—la pare—Ya vamos a comer.

Bajamos a comer le ayude a poner los cubiertos en la barda y acercar las cosas faltantes.

—¿Caldo?—dije viendo mi plato.

—Si es bueno para los enfermos—dijo comiendo.

—¿Estás conciente que hace más de 30 grados aquí?—alce una ceja.

—Si lo sé pero el doctor recomendó al llegar a casa comer caldito—yo no dije nada solo me dedique a comer.

¿Quien demonios hacia caldo con 30 grados?. Hace mucho calor en primera en segunda sabe rico pero cada bocado hacía más calor no me puedo quejar de mi mujer no lo puedo hacer.

Al acabar recogimos todos y volvimos a subir a la habitación ya era algo de noche y estábamos cansado empezó a buscar su ropa y a la vez me enseñaba en dónde estaba la mía y mis cosas personales.

—Creo que ya te enseñe todo bueno iré a bañarme—dijo recomiendo su bata.

—Espera—tome su mano.

—Dime cielo—tome sus brazos y deposite un beso en la enfrente.

—Te amo ______—vi que sorprendió y tome la oportunidad.

Me aleje de ella y se sonrojo yo solté una risita recojo mi toalla y me metí empeze a desvestirme rápido.

—Yo también te amo—escuche atrás vez de la puerta—¿Aidan?.

—Mande—grite adentro del baño.

—No se vale tramposo—pude escuchar perfectamente su berrinche atrás ves de la puerta.

Me duche rápido y cambie abrí la puerta y ahí estaba ella acostada en la cama viendo hacia el techo avente mi toalla y con ello un quejido.

—¡Hay Aidan!—se sentó y me dió una sonrisa.

—Ya está el baño cielo—soné sarcástico.

—Ya voy tramposo—se paró y se metió a bañar.

Después de varias horas nos encontrábamos acostados en la cama viendo una película que pusimos al azar intensamente. Hubo una parte en dónde lloro mi amada yo solo la mire raro a mí me cayó mal enojo y la alegría.

Sentí su cuerpo en mi pecho ya se había quedado dormida estaba cansada le di un beso en la cabeza y apague todo nos dedicamos a dormir.

𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora