Capitulo 11.

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Era un nuevo día desperté alado de mi novia ya estaría llamándola oficialmente señora Gallagher ella sonrió y se tapo la cara.

—¿Qué haces?—dije tratando de destapar su cara.

—No me veas estoy muy despeinada—bufó.

—Por favor ______ siempre te veo todos los días sin maquillaje cuál es la diferencia, ahora siempre veré ese lindo rostro al despertar.

Ella bajo la cobija dejando ver unas cuantas lágrimas yo bese su nariz y limpie su rostro con las yemas de mis dedos.

—¿Qué pasa cielo—la abracé—¿Dime cuéntame amor?.

—Yo no se que hice para merecer te Aidan pero hoy es el último día que despertamos siendo novios y sabes que es lo peor.

—¿Qué es lo peor amor?—acariciaba su pelo.

—Tengo un barrito aquí—apunto su frente.

Encerio hace un berrinche por un barro rodé los ojos y bese el lugar que me indico ella se agacho pero logré besarla escuchaba un sollozos todavía si es sensible.

—Amor así tengas barros, acné incluso baba aquí—señale el lugar—Te amare siempre incluso tus pedos.

Ella frunció el ceño y se paró de la cama caminando al baño.

—¿Qué pasa?.

—Oh nada es solo que Aidan Gallagher si sabe cómo arruinar un menor único y por cierto tú eres el que se echa gases en la noche mi amor—sonrió sarcásticamente entrando así al baño.

No era verdad ¿O si?, si no los escucho no pasa nada. Baje a hacer un desayuné licuado, hot cake y café súper cargado para mí.

Estaba apunto de tomar este café hace que me interrumpieron.

—No lo tomarás Aidan te hará daño no podrás dormir durante dos días y debes estar fresco el día de la boda—retiro mi taza.

—¡Oye!—me quejé.

—No, no Aidan una vez tomaste una tasa de café así y no pudiste dormir dos días—explico—Se que amas el café pero moderadamente ¿Ok?.

No conteste necesito energía me sentía con hueva, ella tomo mi rostro y beso la comisura de mis labios.

—No quiero pelear Aidan—acaricie su mejilla—Detesto cuando lo hacemos.

—Yo tampoco cielo, ya no tomaré café te haré casó—bese su mano.

—Toma café cielo solo no tan cargado ¿Ok?—sonreí.

—Lo que usted diga mi amada—beso mis labios con tanto deseo y amor.

Era un momento único hasta que tocaron el timbre muchas veces mi amada y yo hicimos cara de desagrado y ambos nos paramos.

—¡¿Quién!?—gritamos ambos.

Abrí la puerta dejando ver a Carlos con bolsa con comida y un maleta.

—¿Qué ya te corrió María?—dijo con burla mi mujer.

—Que graciosa _______ María dijo que ya me fuera, y que tú, ya te fueras a la casa que tiene cosas que hacer, así que vámonos.

—Ash esa María no he desayunado—reprocho.

—Ella hizo desayuno para tí—mordió un pan.

Ella subió rápido las escaleras y bajo con dos maletas yo la mire y como si nada subió todo a la camioneta.

—¿Gustas?—dijo acercándome el pan.

—No gracias ahorita desayunamos.

El solo alzo los hombros nuevamente entro mi mujer y bajo una estuche y las subió yo solo la miraba con Carlos.

—Ya me voy mi Aidan—beso mis labios.

Y cerro la puerta y se fue.

—Valla no se espero a tu adiós..

—Como sea—me fuí a la cocina.

—Bueno que empiece la despedida.

Saco un par de cervezas y las puso en la barda el y yo sonreímos.

—Ahora si se viene lo chido—palmeo mis pantalones—Pero antes a desayunar Carlos quiero estar fresco.

—Como digas.

••

—Yo amo mucho a.... ¿Cómo se llama?—dije ya borracho.

—¿Quién?.

—Ya me acordé yo amo mucho a William, sabes que es mi mujer y.... Yo la amo porque me aguanta..... Ella dice que me echo gases en la noche.

Reímos aún estábamos en la casa, había un gran silencio.

—Ya se hay que pedirle matrimonio a esa mujeres—se paró pero volvió a caer en el sillón.

—Si vamos le voy a decir que nos casemos.

—¡Yei!—gritamos.

Cómo pudimos tomamos un taxi para que nos llevará íbamos hablando con el señor 1uien ya se notaba algo grande.

—Señor le voy a decir a mi novia que se case conmigo.

—Y yo a la mía aunque ya la embaracé, creo que me pasé—rió.

—Hay el amor de estos tiempos disfruten muchos a sus amadas jóvenes.

Pagamos como pudimos, bajamos y se escuchaba mucho ruido Carlos y yo nos miramos y entramos al jardín tocamos muchas veces el timbre hasta que abrieron.

—¿Aidan qué haces aquí?—tenía su semblante serio.

—Yo vine a .....—mire a Carlos—¿Oye a qué venimos?.

El no me contesto estaba platicando con María y con su llanto que hizo que me diera sentimiento.

—¿Tú quién eres?—ella sonrió.

—Soy tú novia y futura señora Gallagher.

—¿Encerio?—ella asíntio—Woah.

—Bien debemos ir a casa—tomo unas llaves—¡Vámonos Carlos!.

—Regresas William que aún no acabamos.

—Regreso María.

𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora