Capitulo 8.

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No sé que haría sin ella, venimos a comparar las cosas para la boda y arreglos ella quiere casarse en el lago que sea muy bonito, me contó su sueño de niña y lo pienso cumplir más que ahora.

—Ya me cansé ______—dije sentándome.

—Ya falta poco solo iré a ver el pastel espérame aquí—asentí y ella se fue.

Veía cada persona pasar conseguí al fin los anillos para casarnos y sentí ese dolor de cabeza insoportable empezaba a sudar frío hasta que sentí la mano de alguien.

—¿Cielo estás bien?—me gire al verla yo asentí y ella toco mi frente—Tienes calentura volvamos a casa.

Nos subimos al coche y ella manejaba me ayudó a bajar la fiebre con trapos húmedos ella me regalaba sonrisas y en su cara preocupación.

—Estoy bien cielo no hay nada que lamentar—dije tratando de que ella estará bien.

—Es raro que tú te enfermes casi siempre no lo estás pero creo que ya te tocaba—puso su mano en mi mejilla.

La jale para que se acostara en mi pecho ella se acomodó mientras acariciaba su cabello tarareaba una canción ella la seguía no sabíamos si realmente existía la canción pero la amaba.

—Te amo Aidan—dijo con un tono audible para mí.

—Yo también te amo futura esposa—dije sobando su cabeza.

—¿Crees que todo salga bien?—eso me confundió más.

—Si cariño ¿Por qué lo preguntás?—volte a verla.

Ella alzó los hombros para después mirarme—Solo era curiosidad cariño.

Ví como se quedaba dormida sentía un sueño muy pesado empeze a cerrar mis ojos poco a poco, siento que no dormí mucho acaso 10 minutos me despertó un olor a alcohol, medicina junto con un dolor de brazo.

Vamos no me dejes aquí—

Levantarte cielo, vamos tu puedes cielo

—Aidan ya es hora—

Se escuchaba como lloraban se que estoy despierto pero no puedo abrir mis ojos se me dificulta nuevamente siento unas manos en mi cara.

—Vamos cielo levantarte—sentí un beso en mis labios—Vamos.

Abrí completamente mis ojos y ahí estaba ella con su cabello recogido se veía linda.

—Ya despierta tenemos que desayunar—aventó una almohada mientras reía.

—¿Cuánto dormimos?—pregunte tallando mis ojos.

—Mas bien tú, desde que llegamos y te baje la calentura nos quedamos dormidos pero me desperté para comer pero por más que quería despertarte no lo hacía supuse que estabas cansado—dijo ella recogiendo algunas cosas.

—Te juro que siento que no más dormí como 10 minutos—me pare de la cama.

Bajamos a la cocina la ayude hacer el desayuno el especial del día waffles con un rico licuado que ella hizo.

—Después de desayunar debo ir a ver a mis Padres de ahí iré a mi trabajó—yo solo la veía.

Siento que esto no está bien, como si fuera diferente está mañana.

—Si cielo yo iré a ver lo del padre está bien—dije para quitarle un peso de encima.

—Bien me parece bien—recogió todo—Te veo en la tarde Aidan—beso mi cachete

Cada quien se puso hacer su parte fui a buscar el padre para comentar nuestro matrimonio me emociona que al fin me casaré con mi chica.

—Buenas tardes—dije entrando y el eco se hizo presente.

—Buenas tardes ¿En qué lo puedo ayudar?—dijo una señorita acercándose más a mí.

—Necesito que un padre me case para eso vengo a ver qué requisitos debo de llevar o cumplir—dije emocionado.

—Claro solo que cuando despierte no se desilusione—yo fruncí mi ceño.

—¿Qué dijo?—pregunte angustiado.

—Ya vino la señorita William Aidan hoy en la mañana solo dijo que usted confirmara que día—ella anotaba cosas.

Yo quedé confundido ¿A qué hora fue eso?, Si estábamos desayunando en la mañana y me vino a dejar aquí.

—Si quiero que sea el 4 de Noviembre—dije.

Todo esto es tan confuso de seguro son efectos del desmayo que tuve debo de estar olvidando todo lo que estoy viviendo a decir verdad mi futura esposa se ve como otra persona.

Y esas voces que a veces escucho siento que son conocidas pero no sé en dónde si en mi vida nunca las habia escuchado. También siento esa rara sensación de no estar en esta realidad.



𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora