Capitulo 24.

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El sonido de la puerta abrirse y con ello unas risas rápidamente acomode mi ropa y suspiré antes de encontrarme las por la cocina.

—Que bueno que llegaron ya me estaba preocupando por ustedes —dije poniendo mis manos atrás de los bolsillos.

—Tranquilo cariño solo tuvimos una dificultad al venir por eso tardamos —acaricio mi mejilla.

—¿Cómo que una dificultad? —alce una ceja.

—Bueno es que ya tiene 8 meses y como es obvio se agita al caminar es todo Cin... Aidan —fingió una sonrisa Vanya.

—Ya no saldrás a caminar mujer —ella abrió la boca indigna y se fue a lavadero—. ¿Me escuchaste?.

Seguía sin responderme estaba tan enojado conmigo mismo por recordar tantas cosas, fuí hasta donde estaba con ella.

—Aidan —intento agárrame Vanya pero le di un manotazo.

—Dije que si me escuchaste —agarre su mandíbula fuertemente haciendo que volteará a verme.

—Suelta me —dijo con dificultad—. Me estás lastimando.

—No te escuché William —hice mi agarre más fuerte.

—Aidan ya basta —hablo Vanya interponiéndose entre nosotros.

Y el dolor de cabeza volvió mi mujer no me miró y se fue de ahí, Vanya me miro mal y se fue atrás de ella, se escucharon aplausos atrás de mi volteo a ver quien era y ahí estaba Ben viendo todo.

—Sabes no soy un mal hermano contigo siempre nos hemos llevado bien Aidan pero lo que estás haciendo aquí es imperdonable —dijo para así irse.

No bajo a cenar y Vanya solo estaba con ella la mesa estaba vacía falta alguien aquí aparte de mis hermanos mi  mujer, recordé las peleas que tenía con ocho y el culpable de algunas de ellas era yo. El tiempo se iba lento para mi.

—¿Por qué no ha bajado la mini copia de ocho? —pregunto Klaus.

—Ella se siente mal por mi culpa —deje los platos en el lavadero—. Voy a remediar mi error.

—Esto me recuerda a una pelea de ellos porque ocho se comió la última dona que habíamos dejado a cinco solo éramos unos niños en aquel entonces —rio Klaus suspire antes de subir las escaleras.

Puse mi oreja atrás de la puerta se escuchaba sollozos sabía que era ella pues está chica tiene todo de mi ocho, sus ojos, sus labios, es como si nunca hubiera muerto y al menos en está realidad ella no muere.

Toque la puerta y nadie respondió entre y ahí estaba echa bolita Vanya sobaba su espalda y la abrazaba, ella solo asentía con la cabeza.

—¿Podemos hablar cariño? —dije nervioso.

Vanya me miro y solo negó se levanto de la cama fue directo hacia mi y toco mi hombro y salió de la habitación, camine hacia donde estaba ella y me acerque ella solo simplemente me dio la espalda. Me acosté a un lado de ella y la abrace.

—Escucha estuvo mal lo que hice yo nunca....

—No sabía quién eras en ese momento Aidan —dijo sin voltearme a ver.

—Lo que hice estuvo demasiado mal cariño no vengo a qué me perdones porque yo no me perdono nunca debí de haberte tratado así cielo pero considera que aún te amo —la acerque más a mi—. Será la última vez que haga eso.

—Odio ser así en este embarazo nuestro bebé saldrá muy chillón —se había volteado.

—Amo este par de chillones —bese su frente.

—Yo amo a este enojón —beso mi barbilla para después acurrucarse en mi pecho.

Estaba acariciando su espalda sentía su respiración, patea a su pandita era mi bebé, un bebé que al fin estará conmigo. Por las noches lloró al recordar cada momento con ocho.

•••

—Escucha ya cinco —rio por última vez.

—Es que no puedo ocho es mucho lo que pides —aventó una almohada.

—No pido mucho —le di una sonrisa con cara de obvio—. Bueno tal vez si pero escucha solo serán ocho bebés así como nosotros.

—¿No te puedes embarazar al mismo tiempo de ocho bebé? —alce una ceja.

—Hay métodos cielo además así el pequeño ocho no llegara cuando todos sus hermanos tengan ya 9 años —asentí poniendo me de acuerdo con ella.

—Tienes razón entonces que sean ocho bebés —me abalance para abrazarla.

•••

Solo éramos unos niños que aprendían amar y conocer cada parte de de ellos, con nuevas aventuras nuestro amor era prohibido pero aventurero.

Limpie mis lágrimas y la mire por última vez antes de quedar dormido completamente.

••••

—No puede ser esto es una gran idea —dijo Klaus poniendo alcohol en la mesa.

—Valla Aidan no sabía que tenías más parientes —dijo Carlos.

No sabía en qué momento habían llegado solo desperté porque no sentí a mi mujer, había bajado y ahí estaba ellos en el jardín desayunado.

—Klaus es muy temprano para que empieces a tomar debes de ser el ejemplo —dijo Ben tocando su cien.

—Cariño ya siéntate —palmeo a un lado de ella.

Yo hice lo que dijo, entre risas y platicas no quería lo que para sucedió.

—¿Y solo son ellos?. —dijo María con una bebé en sus brazos.

—No de echo faltan tres personas más pero desde ayer no los veo —contesto mi esposa.

—¿Qué dices mujer si solo somos nosotros tres —dijo Klaus algo pasado de copas.

—No falta alguien pero no recuerdo sus nombres —se puso pensativa.

—Debe de ser tu imaginación cielo —bese su mejilla—. Y bueno ya tenemos nombres para el bebé.

Dije tratando de cambiar el tema todos empezaron hablar y a reír acerca de lo sucedido en esa tarde no quería que acabará pues sentía una gran paz y armonía.

Al fin estaba teniendo una familia, y estaba apunto de formar la mía sin tan solo no fuera un sueño.



Lo siento por no estar actualizado seguido pero estoy en exámenes y estaré estudiando los sábados también.😩

Pero bueno chicas suerte para quienes están en exámenes.

Manifiesto para todas aquella que lean esto pasen con excelentes calificaciones y te han un gran cambio físico. (Reclamen).

𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora