Capitulo 4.

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—Eso el gran inicio cariño—dijo la chica concluyendo la historia.

—Valla tengo buenas ideas—reí al escuchar lo que había escrito—A hora cuéntame más quiero saberlo todo amada mía—me había dado una sonrisa dulce

—Bien cuando cumplimos el mes—hizo una pausa—Bien venimos aquí.

Flashback: 

—Buenos días mi vida ¿Estas lista cariño?—pregunto aquel chico besando a su amada.

—Claro que si—ambos salieron de la casa de la chica.

—Y bien ¿Qué haremos hoy?—preguntaba aquella chica.

—Oh ya lo veras cielo—ambos llegaron a la cafetería— Vamos a desayunar y pasear un rato por cierto—aquel chico saco un caja y se la entrego a la chica.

—¿Qué es cielo?—preguntaba la chica viendo la caja.

—Es una medalla por nuestro primer mes  juntos con la fecha grabada—aquel chico le puso la medalla a la chica.

—Es hermosa yo te traje esto—aquella chica saco un pastel—Lo hice yo misma.

—¿Qué es cielo?—pregunto aquel chico viendo la forma extraña.

—Ah mira esto es  una carta—dijo sarcásticamente.

— Lo siento bueno que te parece si desayunamos y nos vamos—desayunaron juntos y aquel chico cuando salieron del lugar acerco a la chica.

—Aquí fue cuando nos hicimos novios, y celebramos nuestro primer mes merita una foto—aquel chico beso a la chica.

Se la pasaron riendo y jugando, tomando fotos por los centros turístico que había en aquel lugar. Después aquel chico llevo a su casa a la chica.

—¿Qué hacemos aquí Aidan?—pregunto la chica pasando a la casa.

—Bien te voy a preparar la cena tú siéntate—aquel chico empezó a prepara la cena.

 Aquella chica ponía la mesa y veía Aidan hacerle de comer , era divertido ver como lo hacia el volteaba a ver le manda y le lanzaba besos.

—Es hora de cenar linda—aquel chico paso su mujer a la mesa.

—Aidan cocinas delicioso, así sirve que no cocino yo—dijo la chica llevándose otro bocado a la boca.

 —Bien cielo—rio aquel joven—Es hora de tú pastel—aquel chico puso el pastel en la mesa y lo partieron. 

—Para que siempre estemos juntos—dijo la chica. 

—En las buenas y en las malas—ambos cenaron tan gustosos.

Fin del flashback.

—Eso fue tan bonito—dije al fin habíamos salido del lugar.

—Si tienes buenas ideas para celebrar—me dijo aquella chica tan dulce.

—Más bien tengo excelentes gustos cielo—dije se que no recuerdo nada pero ella es tan dulce y me ayudaría eso es tan lindo.

—Bien tal vez debamos ir a casa ya que mañana iremos a hacer una visita—aquella chica me jalo del brazo para irnos.

Pasaba por un puesto de algodones y ella se acercó a mi.

—¿Podemos comprar?—me dijo viéndome a los ojos.

—No se linda, ¿No crees que es un poco tarde para comer tanta azúcar?—le dije agarrando su rostro.

—No creo —me dijo—¡Solo un pedazo si!—me estaba haciendo un puchero era tan linda.

Para su trompita y la movía, sus ojos parecían llorosos era tan dulce.

—Bien compremos uno—dije rendido.

— Si—susurro me soltó y se fue brincando por un algodón.

Después de comprar los algodones íbamos caminando para la casa, ella iba brincando empezó a llover genial no traemos suéteres ni paraguas..

—Vamos—la tome de la mano ella me soltó.

—Esperarte déjame—me dijo me sorprendió

—Pero nos vamos a mojar— dije tomándola de nuevo.

Empezamos a correr maldigo mi suerte nos íbamos a pasar la calle justo paso un coche por poco y nos atropella.

—¡Figate idiota!—grito mi chica  hizo una señal mala, ¿Cómo era tan dulce pero la vez grosera?.

Veía como brincaba por los charco y reía era tan imperativa se le subió la azúcar y yo de broma le seguía el juego.

—Hazle como Naruto cielo—ella brinco la banqueta y se fue corriendo.

Supe que había echo la buena elección veía a gente pasar rápido y se nos quedaba viendo.

—Es mi novia—dije tan orgulloso de lo que hacía.

Al fin llegamos a casa puse agua para un cafecito, y nos fuimos a bañar solo había dos baños así que tomamos uno cada quien respeto mucho su privacidad y en esta condición en la que estoy no puedo aprovecharme de ella.

Ya no cenamos por tanto azúcar que habíamos comido despertamos temprano y desayunamos algo ligero sentía mi estómago sensible.

—Llegamos cielo—dijo bajando del carro.

—¿Qué hacemos aquí linda?—pregunte ya abajo del carro.

—Visitaremos un amigo el que nos presentó—unimos nuestras manos y caminamos hacia la entrada ella tocó y nos abrí una mujer embarazada.

—Hola que sorpresa de verlos—dijo acariciando su pancita.

—Lo mismo dijo María, ¿Cómo vas con mi sobrino?—entramos a la casa.

—Vamos bien, ya falta poquito—nos hizo una seña para que la siguiera mos a la cocina.

—¿Carlos no está?—pregunto mi amada buscando con la mirada.

—No salió desde la mañana y me dijo que regresa tarde—dijo  sacando vasos y una jarra—¿Para qué lo necesitas?— pregunto dándonos los vasos.

—Venimos a saludarlos pero no importa lo que importa eres tú y mi sobrino—vi como se agacho para acariciar su panza.

—Ahh gracias _____ ¿Cómo sigues Aidan?—pregunto viéndome.

—No recuerdo nada, pero tengo una mujer excelente que me está ayudando—bese su mano y ella sonrió.

—Me alegro mucho por ustedes chicos—dijo dulcemente.

Nos pasamos toda casi todo el día con ella hablando de su bebé en su mirada de mi amada tenía una ilusión por conocerlo y por otra tristeza. Después de todo seguimos juntos ¿No?.

𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora