𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]

Capitulo 17.

El ruido algo extraño para aquellos que aman el silencio, estar viendo cómo corren niños que no conoces, las voces muchas voces que en tu vida no has escuchado y de repente un zumbido en tu oreja.

—Aidan—escuchaba mi nombre lejos—Aidan ya es hora vamos—un pitido fuerte ahora—Cielo.

Una mano en mi mejilla y ese aroma de nuevo algo indescriptible es algo como coco con limón pero hay algo más y ese llanto de un bebé y de vuelta a la realidad asquerosa realidad.

—El es mi esposo padre y nuestra ahijada—dice mi esposa enfrente del cura.

—Muy bien señora Gallagher, entonces hay que empezar esta ceremonía—dicho esto empezó el cura.

Me sentía tan raro en un aspecto con el ambiente como si no perteneciera aquí, aplausos, gritos y muchas cosas que hacen aquí es como si quisiera volver a casa en dónde una parte de mi dice que no debo de ir.

—Muchas gracias por aceptarnos como padrinos de aquella lindura—beso su cachete.

—Gracias amigos—hablo al fin.

—Ustedes ya son como una familia Aidan y bueno son un gran ejemplo como padrinos—dijo María.

Solo habían pasado tres meses desde que nació Hanny nuestra ahijada, en estos tres meses he notado a mi esposa con más náuseas y algo que lo quiero decir más gordita.

—Bien debemos ir a casa no me siento bien Mari—dijo mi mujer.

—Si suerte amiga—chillo mi mujer la miró mal.

—Cuidate amigo ese par están locas y ya sabes—codeó Carlos—Como sea tampoco puede ser algo mal pero por si las dudas mi bendición.

Reí.

—Ya basta Carlos nos veremos este domingo—el asiente.

Subimos al carro, a la pequeña Hanny le hicieron una fiesta por presentarla bien a su familia íbamos directo a casa, sentía nerviosa mi mujer y cuando está nerviosa habla mucho.

—Cuando crezca Hanny será muy bonita mi amor—llevaba diciendo eso más de 20 minutos desde que salimos de la casa de Carlos.

—Te puedo decir algo—ella asiente—Sin ofender cielo pero ¿Por qué tienes tantos antojos?.

—Oh bueno eso te lo explicaré adentro de casa vamos—jalo mi mano al estar en la puerta tapo mis ojos—No veas Aidan.

—No lo haré.

Escuche como abrió la puerta mientras reía, si que me daba miedo a veces mi esposa. Jalo de nuevo mi mano.

—Ya puedes abrir los ojos.

Al abrir mis ojos encontré una caja y una copa de vino, la mire y veía una gran sonrisa en ella.

—¿Ok?, haré como que me quieres en borracha—dije nervioso.

—No cielo tomate esto y después abres tú regaló—dijo señalando la caja.

Yo tomé la copa de vino y la bebi toda de un solo golpe, por última vez mire a mi mujer para así tomar la caja, la abrí totalmente y lo que encontré hizo que mis ojos se inundaron de lágrimas. Era un mameluco amarillo con unos zapatitos del mismo color y en ello había una nota.

"Solo falta 6 meses más para poder conocerte
Papá"

—¡Ahhh!—grite abrazando mi mujer—¡Vamos hacer papas!.

Ella asíntio para después besar mis labios, al fin podría sentir que mi vida estaba completa el vacío al fin estaría llenándose.

—¿Cómo que 6 meses?—alce una ceja.

—Pues resuelta que cuando fuimos a nuestra luna de miel ya llevaba un retraso de 5 días al regresar e ir con María a su ultra sonido me saque una prueba y resulta que estaba embarazada no sabía cómo decirte eso cielo pero... Al fin pude decírtelo.

—¿Me lo ocultas te por 3 meses ______?—fruncí mi cejas—No puedo enojarme contigo porque me darás a mi bebé pero eso no se hace.

—No es para tanto cielo—beso mi mejilla.

—Bueno ahora se porque estabas más gordita—dije.

Nunca debí de haber dicho esto, empezó a llorar y corrió a la habitación yo fui de tras de ella, ¿Cómo se supone que haría?. Entre a la habitación y ahí estaba ella haciendo una maleta.

—¿Qué estás haciendo?—pregunte.

—Me voy tu ya no me amas, me vas a dejar porque estoy gorda y te buscarás a una persona delgada, joven y mucho pero mucho más bonita

Yo la abrace.

—Estas loca si crees que voy a irme con otra mujer, me case contigo para toda la vida te amo mi amada esposa y lamento mucho haberte dicho esto—bese sus labios.

—Al fin podremos estar juntos mi cielo—toco su vientre.

—Al fin tu y yo y nuestro retoño—toque su vientre.

Y apartir de ahora nadie nos separa al fin puedo estar con ella, y yo haré todo para que nadie nos separé.

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