𝗧𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗲. [✓]

Capitulo 15.

Nos volvimos a meter al tren todos y si incluso el bebé llorón, aquel tren ya estaba bien pudimos dar marcha a nuestro destino mi mujer de veía realmente feliz hasta que llegamos.

—¿Un pueblo minero?—la mire y en ella una gran sonrisa—¿Encerio?.

—Si de niña siempre quise venir a uno de éstos.

—¿Si sabes que pudimos llegar en auto?—me miró frunciendo la cejas—¡Pudimos habernos evitado tanto relajó William!—grite.

—Valla Aidan.

Fue lo único que soltó de su boca para agarrar su maleta y seguir caminando, me quedé ahí parado viendo cómo se iba hasta que reaccione a mis palabras si que la había cagado.

—¡Mi amor!—grite pero ella no me hizo caso.

Se había metido al hotel yo igual entre, ví que río con un hombre eso me puso celoso y fui con ella la tome de la cintura.

—Al fin te encontré mi amor, debemos hablar—bese sus labios aquel seguía aún con una sonrisa nos dió la llave—Gracias.

—¿Por qué me besaste?—dijo tocando sus labios.

—Eres mi esposa, ¿No puedo hacerlo?—ella asíntio.

Llegamos al cuarto y empezamos acomodar nuestras cosas, sentía rara mi mujer al igual que yo veía como se agarraba el estómago mucho.

—Amor...

Ví como corrió al baño y empezó a vomitar yo sostuve su pelo mientras sobaba su espalda.

—Ya amor estarás bien, tranquila—ayude a qué se limpiará.

Fui por agua para que tomara y así lo hizo, bese su mejilla mientras ella lavaba su boca me recargue en el marco de la puerta del baño.

—¿Qué pasó?—dije.

—Creo que me cayó mal los huevos duros—toco de nuevo su estómago.

—Vamos a al doctor para que estés más tranquila—ella negó—¿Por qué?.

—Estoy bien debía de sacar eso, tranquilo ahora ya no me hables—salió del baño y yo la seguí.

—¿Por qué?—fruncí el ceño.

—Me gritaste en la calle y me besaste con celos con el recepcionista que es gay—yo alce mis cejas.

—Una perdón por haberte gritado está estresado y ese bebé llorón—cruzo sus brazos—Lo siento no quiero arruinar nuestra luna de miel.

—Yo creo que no estás listo para ser papá Aidan—vi como se llenaban sus ojos de lágrimas.

—¿Qué?.

—Bien vamos a bañarnos y recorremos este gran lugar—tomo una toalla y se metió al baño.

Yo no dije nada y me puse a buscar mi ropa pero otra vez  empezó a vomitar, intente abrir de nuevo el baño pero tenía seguro giraba la perilla con desesperación.

—¿Estás bien?—me temblaba la voz.

—Si am.. Ya salgo—dijo.

Y salí rápido yo entre a bañarme al final salimos del hotel a comer y recorrer un poco el lugar pero cada que comía i se le antojaba algo empezaba a vomitar.

—Yo creo que es mejor ir al doctor—me puse enfrente de ella.

—No cielo creo que tengo sensible el estómago es todo mi amor—puse una mano en mi mejilla.

—Hay tengo una esposa necia—bese su cabeza.

Habíamos pasado una luna de miel con amor, comida, peleas porque no habían ganado el lugar y sobre todo vomitos.

—¿Otra tasa?—dije viéndola llegar con una.

—Es edición limitada y la gané, toma—extendió la tasa.

—Cuando llevemos a casa te amare un estantería para que pongas tus tasas.

—Eres el mejor—beso mi labios.

Nos fuimos a la estación del tren y está vez llegamos más rápido a casa que nos recibió María y Carlos.

—¿Cómo les fue?—pregunta María.

—Bien.

Contestamos ambos.

En todo el camino mi mujer hablaba acerca de la luna de miel yo solo la observa a quien estaba cada vez más pálida.