Los Guaranies

Rio abajo, rio arriba

Y ya que hablamos de gente que llegaba de muy lejos, digamos algo sobre como viajaban los guarantes, unos tipos bastante viajeros que, como vimos al principio, habían hecho larguísimas migraciones por la selva y también hacian incursiones a lugares lejanos por comercio o guerra. Y que, ademas, cada tanto se tenian que mudar un poco -o un mucho más alla a medida que sus campos de cultivo no servian y debian buscar otros. Una de las maneras de viajar era, claro, por tierra y a pie, porque tradicionalmente no tenian animales de carga ni para montar, solo los guaranies chiriguanos del Chaco boliviano se hicieron buenos jinetes despues de que llegaran los españoles con caballos: tambien los aborigenes que fueron a las Misiones Jesuiticas usaban caballos y carretas, pero este era un caso especial. Viajar por tierra en la selva no era pavada, por la cantidad de obstáculos, especialmente la vegetación cerrada y la cantidad de ríos-algunos muy anchos y correntosos- que cortan el paso, un buen problema cuando no hay puentes. Los guaranies no se achicaban por esto último y cruzaban de dos maneras. Una era cortar un árbol bastante alto y grueso que creciera en una orilla y hacerlo caer atravesando el rio para que la gente pasara por encima. Si esto no era posible, usaban otro modo que requería más fuerza y coraje: hacían una soga gruesa de lianas retorcidas, la estiraban entre las dos orillas y después pasaban prendidos de las manos y llevando el equipaje colgando de los brazos y el cuello, en bolsas y canastos. Pero los ríos no solo eran un obstáculo molesto. Y como era tan difícil y cansador andar a pie con carga por la tierra, preferían -cuando se podia- viajar en canoas hechas con troncos ahuecados con fuego y hacha; o en balsas de cañas, empujadas con palos. Así se movían con velocidad y comodidad, y de esa forma es como se convirtieron en grandes conocedores de los ríos.