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Además, la gran cantidad de hijos mestizos nacidos de "indias y españoles no formaban parte de los linajes; segun la costumbre guarani, pertenecian a las familias de sus padres, es decir de los españoles, y no eran gente con quien contar Y los mestizos aunque no fueran tenidos por los españoles como sus iguales, tampoco se sentian "indios", de modo que normalmente no se sumaban a las protestas. Varios alzamientos fueron reprimidos por la fuerza y cuando los guaranies se unieron en gran cantidad los españoles buscaron apoyo de las tribus del Chaco, sus viejas enemigas, y los vencieron. Algunos guaranies debieron soportar el dominio extranjero, a veces ya sin tierras y convertidos en sirvientes. Otros se escaparon a zonas alejadas. En 1556 las autoridades de España trataron de contener los abusos con las "encomiendas", que no dejaba de ser una manera de explotar a los nativos, pero al menos limitaba teoricamente el tiempo de servicio. El sistema era el siguiente: un grupo de "indios" se daba a un a "encomendero para quien debían trabajar entre las edades de 18 y 50 años, en turnos de tres meses, estableciendose entre los españoles y los mestizos. ¿Qué debían hacer? Los hombres cuidaban ganado, recolectaban yerba mate silvestre (un trabajo agotador que significaba acarrear a hombro fardos pesadisimos a lo largo de muchos kilómetros) y cultivaban la tierra, mientras las mujeres hilaban y tejian. Otros eran "yanaconas" que nunca más volvían con los suyos porque quedaban con los españoles como sirvientes. A comienzos del siglo siguiente, llegaron nuevos males: los bandeirantes portugueses, que eran bandas armadas llegadas desde San Pablo, Brasil, que incursionaban en la región de Asunción secuestrando aborigenes para venderlos como esclavos. Con tantas calamidades, a las que se agregaron muchas epidemias de enfermedades traidas por los españoles, la población guarani bajo pronto a menos de la mitad. 52

Los GuaraniesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora