Amistades

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Muy seguido, los guaranies visitaban las aldeas vecinas, donde solian tener parientes. Eran muy sociables y disfrutaban en estas reuniones, donde los jefes tenian ocasión de lucirse y aumentar el prestigio ofreciendo verdaderos banquetes a muchos invitados. También había fiesta y diversión cuando alguien llamaba a sus parientes políticos para que ayudaran en una cosecha o a construir una casa; al terminar el trabajo, siempre habia farra y comida. Cuando el visitante era de menos confianza, se guardaban mucho las formas para recibirlo. La buena educación mandaba que las mujeres de la casa rodearan al invitado apenas entraba y le rindieran homenaje recordando las hazañas de los parientes muertos del recién llegado, mientras gemían. En respuesta, el otro se tapaba la cara con las manos y soltaba unas lágrimas. Como para ellos los parientes eran importantes tanto vivos como muertos, elogiar su fama era agasajar a la visita mostrando aprecio por lo que más la enorgullecía; el llanto del invitado demostraba amor por sus antepasados. Claro que los gemidos de las mujeres no eran iguales para todos: cuanto más importante el invitado, más lloriqueo; imaginense lo que era cuando llegaba algun tuvicha famoso.

Los GuaraniesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora