Cada una de las hermanas March tiene algo especial que le agrada a Laurie. Jo ha tenido su corazón desde el primer instante, Amy lo ama y haría lo que fuera para que el sintiera lo mismo, por otro lado, Lottie también lo amo desde la primera vez que...
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UNA SUAVE MELODÍA de piano se escuchaba en la amplia y lujosa habitación de la mansión King, el joven pianista movía hábilmente los dedos mientras los señores King se deleitaban con el bello sonido que este producía, a esperas de la llegada de su hijo y posiblemente la buena nueva por la que habían tenido que dar tan minuciosas instrucciones.
—¡Al fin has aparecido! Temía que te hubieras fugado— exclamó aliviada la mujer de mediana edad y ostentoso vestuario al verlo entrar en la habitación.
—En absoluto, querida madre— Harry negó jovial depositando un beso en la mejilla de su progenitora. —He hecho lo que me han pedido, me hubieran visto, las palabras fluían de mis labios como si fuese mi mayor anhelo— se dejó caer en el blanco sillón frente a su padre.
—¿Y bien? ¿Cuál ha sido su respuesta? ¿Por fin te comprometerás y abandonarás ese comportamiento libertino tuyo?— lo cuestionó el hombre mayor con severidad.
—Ah, debo decir que esperaba un «si» a primera instancia, pero sorprendentemente no, me ha dicho ruborizada que lo pensará. No me preocuparía, no debe faltar demasiado para que me de una afirmativa, después de todo le estoy haciendo un gran favor— se inclinó en el asiento tomando una de las uvas de la mesilla para luego acomodarse en el cojín.
—No puedo concebir porque en los cielos demora tanto esa chiquilla, debió haber aceptado de inmediato— comentó escéptica su madre, incapaz de imaginar porque una mujer siquiera dudaría en contraer nupcias con su intachable hijo, mucho menos Charlotte March tomando en cuenta su situación económica. —Harás de ella una mujer de sociedad y cambiarás su lamentable posición dándole una vida completamente distinta, eres mas de lo que podría alguna vez aspirar. Me es imposible comprender que espera— dijo disgustada retomando el tejido.
—En caso de una negativa— su padre se aclaró la garganta. —Deberás continuar buscando una mujer decente de Concord para casarte y poder ser independiente como tanto imploras y mudarte a Europa, pues ya bien nos has demostrado que no sabes comportarte por ti solo— declaró el hombre mayor haciendo que Harry se levantara exaltado, gravemente indignado.
—¡Oh, padre! Si bien recuerdo ese no era el trato.
Al cabo de un par de días, después de todo lo sucedido, Lottie guardaba el secreto para si misma, sin siquiera contar el dilema a sus hermanas, pues bien sabía que cada una tendría sus propios argumentos. Era indudable que habría rechazado la propuesta si hubiera tenido señales más precisas de los sentimientos de Laurie hacia su persona, pero nada le resultaba claro, era nublado y la ansiedad tendía a consumirla cuando lo pensaba demasiado.
Los únicos al tanto de la situación, el propio Laurie y Meg, también tenían sus propias opiniones al respecto, pero independientemente de su pensar, ambos acordaron en cumplir los hasta ahora visibles deseos de Lottie y no divulgar nada, o al menos no al círculo cercano.
