𝟬𝟮𝟮. treat me mean and cruel but marry me

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CHAPTER TWENTY TWO

Días después, al rededor del medio día, Laurie se había dirigido a la casa de campo de la tía March a las afueras de Londres, sabía de buena fuente que las March se habían mudado allí

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Días después, al rededor del medio día, Laurie se había dirigido a la casa de campo de la tía March a las afueras de Londres, sabía de buena fuente que las March se habían mudado allí. Se disculparía genuinamente las veces que fuesen necesarias por el deshonroso espectáculo que había causado, generado por el exceso de alcohol y... los celos. Se sentía terriblemente avergonzado, aún más con Lottie, y no sabía si las March podrían perdonarlo. Solo esperaba que la tía March no lo echara enseguida mientras aguardaba por ellas en el salón de recepción, aunque según le comunicaban en los últimos días la tía March raramente dejaba su habitación.

La primera en entrar fue Amy, con aire orgulloso y un pomposo vestido blanco con detalles en azul. Él muchacho se puso de pie enseguida, ceremonioso, a espera de ver penetrar en el salón a aquella rubia de ojos aceitunados y rosadas mejillas.

—¡Oh, Amy!— le tomó de las manos, Amy sintió un cosquilleo en su pecho a reacción de su afectuoso saludo. —Por favor, por favor, te ruego me perdones, estaba demasiado... ¿Y Lottie?

Una sonrisa irónica pero a la vez melancólica tiró amargamente de los rosados labios de la joven, con una mueca seria se deslizó de su agarre.

—¿Es lo único que te importa, no? ¡Primero Jo y ahora Lottie! ¡Eres cruelmente egoísta! ¡Y un caprichoso insensato!— exclamó, encolerizada consigo misma por seguir amándolo después de tantos años y todas las pruebas posibles para saber que él no le correspondía ni lo haría jamás.

Laurie, negó tímidamente y pasó una mano por su cabello castaño.

—No, Amy, la cuestión no es así. Vine hasta aquí para pedir el perdón mas genuino a ambas. Mi comportamiento en el baile fue inexcusable, estaba en un estado donde perdí el control de mi mismo... Desde el fondo de mi alma, lo lamento, espero puedas perdonarme— se disculpó sinceramente.

—Es cierto, actuaste muy vergonzosamente. ¡Y nos dejaste en ignominia frente a todos!— chilló, indignada, girando altiva la cabeza. —¡Sobretodo a Lottie! Dijiste viles mentiras sobre ella y el conde Vronsky a viva voz, estaba tan apenada... Afortunadamente el conde Vronky llegó a nuestro rescate y arregló la situación, luego él mismo nos escoltó en su carruaje de regreso al hotel. ¡No se que hubiésemos hecho sin él! Con él también deberías disculparte, eh, ¿Acaso no es de tu conocimiento que es un hombre casado?

—Soy consciente de mis despreciables actos, mi consciencia ha estado atormentándome desde entonces. No pude descansar pensando en cómo me presentaría ante ustedes después de mis bajas acciones. ¿Donde está Lottie, por cierto? También debo disculparme con ella lo antes posible, con Vronsky no lo haré, eso no— dijo resuelto.

—¡Ah, que terco!— exclamó llevando una mano a su frente en señal de exasperación. Laurie le besó la mano a modo de disculpa y el corazón de Amy se hinchó. —Lottie está en los jardines, cerca del estanque. ¿Gustas té? Ve, anda a buscarla, cuando regresen aquí estará el té esperando por ambos.

𝒀𝑶𝑼 𝑨𝑹𝑬  𝑻𝑯𝑬 𝑶𝑵𝑬 ▶︎ 𝐋𝐀𝐔𝐑𝐈𝐄 𝐋𝐀𝐔𝐑𝐄𝐍𝐂𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora