CHAPTER TWO
AQUELLA MAÑANA GRIS DE NAVIDAD, LOTTIE FUE LA PRIMERA EN DESPERTAR. No había calcetines colgados en la chimenea y no pudo evitar sentirse decepcionada y recordar el tiempo en el que su calcetín se descolgaba de los tantos regalos que contenía. ¡Oh! Añoraba aquellas épocas. Enseguida recordó lo que su madre le había dicho, metió la mano debajo de la almohada y encontró un librito con tapas carmesí. Lo conocía bien, era una vieja y queridísima historia.Posteriormente, despertó a Jo con un «feliz navidad» y le dijo que mirase debajo de la almohada. Allí, encontró un libro con tapas verdes, pero con la misma ilustración en la cubierta y en el interior una dedicatoria de su madre. Meg, Beth y Amy despertaron poco después y encontraron sus respectivos libros. Todas se reunieron a contemplar y comentar sus regalos mientras el alba teñía de rosa el cielo.
—Chicas— dijo Meg llamando la atención de sus hermanas. Dio un discurso acerca de la importancia de leer el libro que su madre les había regalado, y prosiguió a comenzar su lectura. Jo la imitó.
—¡Qué buena es Meg!— exclamó la dulce Beth.
—Ven Amy, hagamos como ellas.—Si no conoces alguna palabra o no entiendes algún texto, yo te explicaré— susurró Lottie a su hermana menor.
—Gracias Lottie— respondió alegremente la pequeña rubia.
—¿Dónde está mamá?— preguntó Meg, que había corrido con Jo por las escaleras para agradecerle a la señora March por los encantadores presentes.
—¡Solo Dios sabe! Hace unos minutos llegó un pobre niño pidiendo limosna y su madre salió de inmediato para ver que necesitaba. Nunca había conocido a alguien tan generosa y amable como su madre— contestó Hannah, que vivía con ellas desde el nacimiento de Meg. Era más una amiga que una criada.
—No creo que tarde, será mejor que preparemos todo— propusó Jo.
Las hermanas se apresuraron a guardar los regalos que le habían comprado a su madre en un cesto abajo del sillón.
—¡Ahí viene mamá!— gritó Lottie, cuando se abrió la puerta de la entrada y escucharon unos pasos en la sala.
Las mujercitas se sentaron impacientemente en la mesa para desayunar. No era un secreto que amaban la comida de su madre.
—¡Feliz navidad mamá! Gracias por los libros, ya hemos empezado a leerlos— exclamaron al unísono, pues la señora March ya se encontraba en la habitación.
—¡Feliz navidad queridas hijas mías! Me alegra que ya hayan empezado a leerlos, confío en que serán perseverantes. Pero antes de sentarme, quiero contarles algo. Cerca de aquí hay una pobre mujer con un recién nacido. Sus seis hijos duermen apretujados en una cama para no morir congelados, pues no tienen leña. Tampoco tienen que comer, y el hijo mayor vino a decirme que se mueren de hambre y de frío. Niñas ¿Les importaría darles nuestro desayuno como regalo de navidad?
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𝒀𝑶𝑼 𝑨𝑹𝑬 𝑻𝑯𝑬 𝑶𝑵𝑬 ▶︎ 𝐋𝐀𝐔𝐑𝐈𝐄 𝐋𝐀𝐔𝐑𝐄𝐍𝐂𝐄
FanfictionCada una de las hermanas March tiene algo especial que le agrada a Laurie. Jo ha tenido su corazón desde el primer instante, Amy lo ama y haría lo que fuera para que el sintiera lo mismo, por otro lado, Lottie también lo amo desde la primera vez que...