Cada una de las hermanas March tiene algo especial que le agrada a Laurie. Jo ha tenido su corazón desde el primer instante, Amy lo ama y haría lo que fuera para que el sintiera lo mismo, por otro lado, Lottie también lo amo desde la primera vez que...
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CUANDO LAURIE LE DIJO A LOTTIE QUE TENÍA PLANEADO LLEVAR AL TEATRO A JO, LA RUBIA LO TOMÓ como una señalmás para dejar atrás (de una vez por todas) el estupido e irracional enamoramiento que sentía por su mejor amigo.
—Laurie— el muchacho despegó la vista del libro y se enfocó plenamente en ella. Ambos se encontraban leyendo en la biblioteca de la mansión Laurence. —Te ayudaré a conquistar a Jo— le dijo con determinación.
Al castaño le sorprendió aquella declaración. Jamas imaginó que Charlotte le diría algo como eso, principalmente porque sospechaba que tenía sentimientos hacia él.
—¿En serio?— la interrogó incrédulo, con una mueca de confusión.
La chica se levantó del sillón, dejando el libro en un taburete y se acercó el castaño, sentándose con delicadeza a su lado, de piernas cruzadas.
—Si, Teddy, piénsalo, legalmente seríamos familia, y tú y mi hermana serían muy felices juntos. Solo tú podrías lograr que se casara.
Laurie volteó a verla, perplejo, aunque emocionado ante la idea.
—Eso sería maravilloso, Lottie, pero, ¿Tú crees que Jo me quiera de esa manera?— le preguntó inseguro, pues aunque era muy popular con las damas, Jo March era distinta a todas ellas.
—Sinceramente no lo sé, mi hermana nunca antes ha demostrado sentimientos por algún muchacho, pero si lo hiciera, estoy segura de que sería por ti— Laurie no parecía del todo convencido. —Hoy irán al teatro, ¿No es así?— el castaño asintió. —Bien, ¿Por qué no le demuestras lo que sientes con pequeños gestos?
—Char, esa es una gran idea, y normalmente sabría cómo actuar delante de una joven de la cual estoy perdidamente enamorado, pero con Jo es distinto. No es igual a alguien que haya conocido antes, y eso me hace amarla aún más— esperaba que su amiga le diera algún tipo de consejo.
Los ojos de Lottie adquirieron un inesperado brillo, que Laurie no logró descifrar a qué se debía. El pequeño resplandor de melancolía desapareció tan rápido como llegó.
—No te preocupes, estaré allí para ayudarte— le explicó, logrando que Laurie frunciera levemente el ceño, confundido.
—¿Entonces si aceptaras mi invitación?— Theodore anteriormente le había ofrecido acompañarlos al teatro, pero Lottie había declinado rotundamente su invitación. No quería ser (en este caso) la quinta rueda, ya que todos llevarían una pareja. Laurie y Jo, y Meg con John (el tutor de Theodore).
—No, iré con alguien más— procedió a explicarle, entusiasmada, cómo un muchacho rubio la había invitado al teatro.
Laurie levantó las cejas, de repente un sentimiento inédito invadió su ser, era una mezcla de molestia y decepción. Saber que su amiga iría con alguien -que claramente no era el- se le hacía confuso y terriblemente irritante, ¡Oh! ¿Que le estaba ocurriendo? No debía de sentirse de esa manera. Charlotte March era una joven soltera y su amiga, podía salir con quien fuera y no podía hacer nada para impedirlo. No tenía razones para hacerlo. El solo amaba a Jo, la amó desde que la conoció, solo a ella, y no tenía que preocuparse por su repentina molestia.
