Cada una de las hermanas March tiene algo especial que le agrada a Laurie. Jo ha tenido su corazón desde el primer instante, Amy lo ama y haría lo que fuera para que el sintiera lo mismo, por otro lado, Lottie también lo amo desde la primera vez que...
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—¡Oh, que terrible! No se que ponerme, en efecto, es una decisión de pensarse. Me es imposible decidirme— Amy repasaba con mirada escrupulosa los vestidos que adornaban su armario. Al fin tomó uno del montón y lo examinó —¿Muy elegante? ¿O tal vez demasiado negro?
—Querida hermana, pero si ese vestido te queda perfectamente— exclamó Lottie, admirando la prenda. —Llevarás ese y no quiero escucharte decir una palabra más al respecto.
Una sonrisa de satisfacción se posó en los labios de Amy, dejó el vestido elegido sobre la cama y se sentó a lado en un pequeño sillón, meciendo sus piernas, contenta de haberse decidido y concordado con su hermana en relación a su atuendo para el baile.
—Casi no me has contado nada de la velada con Vronsky, ¡Que egoísta eres! No me quieres contar.
Lottie continuó con su actividad, con la mitad de su cuerpo metido en el armario, en busca de lo que vestiría para el evento organizado por los hermanos Vaughn.
—En definitiva te llevarás una decepción, pero lo que te conté es todo lo qué hay. En resumidas cuentas, hice una nueva amiga que me invitó a su casa en Princess Park; su esposo es un hombre ruso, muy agradable también. Bebimos vino y para el postre, un exquisito pastel del miel (qué por cierto no pude contenerme y pedí la receta), Vronsky nos ofreció vodka, tenía un sabor fuerte que no me gustó del todo. Sin embargo, todo estuvo delicioso, tanto la comida como la compañía— relató cuidadosa de no revelar algún detalle que fuese a sobrecoger a Amy.
—¡Vaya! Si se te habían escapado detalles. Ahora dime, ¿Que te pondrás?
—Eso si no lo sé. No me decido por nada— exclamó Lottie soltando un suspiró de agotamiento. —Nada me gusta.
—¿Que me dices de ese bonito vestido rosa, casi blanco, que compraste en...
—¡Ya lo he usado! Justamente ese día que fuimos al teatro con Frank y Fred. Comprenderás que no puedo llevar lo mismo...
—¡Si, lo recordarían y sería en extremo penoso!
—Claramente. ¡Mira...! ¿Que opinas de este?
—Ese si no lo has usado. Me parece muy refinado, perfecto para una ocasión cómo esta.
—Si, si, concuerdo. Lo llevaré— Lottie tomó el pomposo vestido azul y se miró en el espejo. —Si, me gusta— se volvió hacia Amy. —¿Por casualidad has tenido noticias de Meg? Casi no se nada de los bebés.
—No, tampoco. ¡Es una lástima! Quisiera al menos ver una foto de ellos. Marmee dice que Meg está muy feliz y tiene ese brillo de madre primeriza.
—Yo no he tenido tiempo de escribirle, pero ya lo haré y le pediré una postal. Marmee dice que son bebés muy sanos y regordetes, el parto no ha durado casi nada... También quisiera saber de Jo ¡La pobre no puede escribirnos tan seguido con lo ocupada que está!
