Capítulo 04

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon/digital. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 4. Complicidades

El atardecer cayó lentamente en el horizonte, Jungkook pasó toda la tarde en el centro de recuperación de animales y se hizo cargo de la tortuga que custodiaban. Había crecido un poco, y Noah le dijo que había encontrado el lugar perfecto para soltarla. Salió con el joven y se llevaron a la cría con ellos. En una de las costas marítimas, cerca de un pequeño rompeolas, la soltaron en la playa. La observaron marcharse introduciéndose lentamente en el agua.

Noah y él regresaron pacíficamente al centro, guardando las manos en los bolsillos y comentando el último cierre de la depuradora ubicada en la isla. Jungkook pasó por la parte del personal y se lavó las manos, agarró sus cosas y el bolso donde tenía el teléfono móvil. Se despidió de Noah mientras salían por la puerta (el joven también se marchaba a casa), y de improvisto, tropezó con Haeri.

La joven morena esbozó una leve sonrisa al cruzarse con ambos, se despidió de Noah con una mano y fijó sus agradables iris castaños sobre Jungkook.

—Eh, ¿ya te vas?

«¿Ya te vas?», la voz de la sirena resonó suavemente en su cabeza, sus ojos se desvanecieron tan pronto como llegaron.

—Uh, oh... —titubeó levemente, tragando saliva y forzándose a recuperar algún tipo de conexión en sus neuronas—. Supongo.

—Estoy, eh... creo que Aless está pasando un mal trago —le contó Haeri, respeto a uno de los delfines—. Hoy estuve preocupada.

—¿Su aleta?

—Sí.

—¿Quieres que se la mire?

—Huh, no, no —negó con suavidad, sacudiendo una mano—. Ya se la han revisado, tiene algún problema contractual, el mismo que hace...

—Dos años, sí. Me lo contaste —suspiró Jungkook, manteniendo las manos guardadas en los bolsillos de su pantalón—. Hmnh...

—Bueno, eh...

Ella intentó pasar por la puerta, Jungkook se retiró hacia un lado interponiéndose torpemente en su camino. Los dos repitieron el mismo movimiento hacia el extremo opuesto, volviendo a cortarse el paso. Haeri contuvo una risita apretando los labios, los dos se miraron y soportaron la vergonzosa escena que estaban protagonizando.

—Vale, yo elijo primero —declaró Jungkook con diversión, moviéndose hacia su derecha—. ¿Mejor? ¿Crees que podrás dejar de embestirme?

Ella pasó por la izquierda y se detuvo en el marco, mirándole de medio lado con una sonrisita.

—¿Te gustó la comida tailandesa?

Jungkook esbozó una lenta sonrisa.

—No la he probado —mintió para su agrado, mordisqueándose la punta de la lengua.

—Espera aquí —le pidió ella.

Entre una cosa y otra, Jungkook terminó esperando a la chica fuera del edificio. Ya había atardecido cuando salieron a pasear juntos por la zona marítima. Estaba llena de tiendecitas iluminadas, con ropa veraniega, objetos para los turistas y un montón de restaurantes de todo tipo.

Probaron la comida tailandesa y se sentaron en una de las terrazas. Haeri le habló a Jungkook de que estaba pensando en cambiar de apartamento, el alquiler de la isla era demasiado caro. También le preguntó al joven si había conseguido algún otro trabajo, Jungkook le dijo que ahora recibía una remuneración en la Protectora, que en realidad ni siquiera había aceptado. Cerró la boca y evitó mencionar sus idas y venidas del acuario de Geoje, pero ese tema era como un imán en todas las conversaciones.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora