Capítulo 25

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas

Capítulo 25. La transición

Taehyung sintió una fuerte punzada en el estómago, le apetecía vomitar lo poco que había desayunado. Jungkook le acompañó a la orilla, con Seokjin al otro lado. Le dejaron en la arena húmeda, donde casi las suaves olas podían rozar los dedos de sus pies.

—Gracias —murmuró el rubio.

Jungkook se arrodilló a su lado, apartó unos mechones de cabello rubio de su rostro y acarició una de sus sienes. Estaba sudando, su vista se difuminó y sintió una quemazón en el pecho que le hizo jadear.

—Tranquilo...

—Mm-mhng...

—¿Deberíamos acercarle al agua? —sugirió Seokjin.

—Tal vez.

—No —negó Tae.

—No lo superará. Sylene no lo hizo —dijo Namjoon tras ellos.

Jungkook giró la cabeza, quiso zurrarle en la cara para que se callara.

—Sylene eligió —dijo Hoseok, quien hacía relativamente poco que había conocido la historia, al igual que Seokjin—. Su corazón lo hizo.

—No lo entendéis. Todas las sirenas vuelven —soltó Namjoon exasperado—. ¡Es la misma historia, repetida!

Jungkook salió disparado hacia él y empujó sus hombros.

—¡Cállate! ¡Ya está bien!

—¡Eh, eh eh! —Hoseok se interpuso entre ellos—. Por favor, no es el momento de enfrentarnos ahora.

—Jungkook, por favor —suplicó Seokjin tras él.

El más joven trago saliva y apretó la mandíbula. Un silencio muy tenso discurrió entre ellos, bajó la cabeza durante unos largos segundos y cuando alzó la mirada nuevamente, le ofreció a Namjoon una ligera disculpa por su empujón.

—No está comprobado que siempre regresen. Aún no lo sabemos —agregó Seokjin, cuando Jungkook le ofreció la espalda a Kim.

En las siguientes horas, la noche se fracturó para recuperar lentamente el sol. Las horas antes del amanecer siempre eran las más frías, cuando el cielo índigo se manchaba de un celeste que poco a poco barría las estrellas. Taehyung permaneció allí, con los ojos pegados en el beso infinito entre mar y cielo, recordando la última noche que pasó con Jungkook en la playa.

Se les había agotado el tiempo. Y puede que nunca volviese a ser el mismo. Jimin y Yoongi les encontraron, y tras salir del coche, se aproximaron al grupo en silencio. Hoseok, Jin y Namjoon se encontraban apartados de los otros dos, a unos cuantos metros.

Yoongi posó los iris en la silueta de Jungkook de pie, junto a un débil Taehyung sentado en la arena. No estaban hablando, ni siquiera se tocaban.

—No conocéis a... ¿ninguna amiga sirena, que ahora sea humana? —dudó en voz baja.

—No —contestó Jimin—. De hecho, he estado solo todos estos años. Nunca sentí a ninguna otra hermana, ni siquiera a Sylene.

Yoongi guardó silencio desde su respuesta. Jungkook se arrodilló junto a Taehyung, desde allí no podían escuchar lo que hablaban.

—¿Qué puedo hacer, Tae? —le preguntó Jungkook—. Dime lo que sea, por favor.

Taehyung apretó los párpados, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Sus piernas dolían como si fuesen a desprenderse. La piel de sus muslos le quemaba tanto dentro de su ropa, que estaba temblando. Su respiración era acelerada, casi ahogada, como si sus pulmones se planteasen sellarse para siempre. Taehyung se inclinó, enterró los dedos en la arena húmeda y miró el agua.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora