Capítulo 15

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 15. Hermanas del mar

Durmieron juntos esa misma noche, puesto que ninguno se movió del sofá. Compartieron un corto espacio abrazando al otro. Jungkook soñó con la sedosa arena de playa dorada de la costa, con Taehyung caminando sobre esta, oscura y húmeda, con mechones rubios y ojos limpios de un tono azul celeste. Llevaba unos pantalones cortos y blancos, una pamela de color tierra y una sonrisa que brillaba tanto como un rayo de sol. Su corazón se llenó de su luz, se sintió increíblemente feliz, aunque su sueño se diluyó lentamente como si algo le llamase.

Cuando se despertó en el condenado sofá, fue por una caricia tibia que iba y venía como el oleaje. Unos dedos cálidos a un lado de su mejilla, y una mano en la coronilla, acariciándole. Sus ojos eran heterocromáticos, salpicados por tonalidades de azul, gris plateado y rosa coral, líquidos, volubles y mágicos. A unos centímetros por encima de él.

A Tae le encantó traer a Jungkook hasta la orilla de su consciencia. Inclinó su rostro y dejó un lento beso en su mejilla. Jungkook durmiendo era algo bonito, más bonito que una corriente de medusas bioluminiscentes. Su respiración había sido como el rumor de las olas, y sus brazos, cálidos, un refugio musculoso y sereno en el que no le importaría sentirse atrapado. La luz de la madrugada asomaba bajo las persianas del porche trasero.

—Buenos días.

Jungkook rodó los ojos.

—Eres madrugador —murmuró, volviendo a cerrar los párpados.

—Sí, ¿eso es malo?

—No. Sólo, duerme un poco más.

—Pero he escuchado a Yoongi moverse. Creo que ha salido.

—Yoongi tiene una vida a la que atender... y... habrá ido a hablar con los cangrejos...

—¿Yoongi puede hablar con cangrejos? —exhaló Tae, asombrado.

—Más o menos —esbozó una débil sonrisa, sin abrir los ojos.

Tiró de Tae para que se relajase sobre su hombro. Lo hizo como le exigieron sus brazos, manteniéndose junto a su cintura, con una pierna entre las suyas, apoyando una mejilla en su hombro. Jungkook no sabía qué hora era, pero estaba demasiado bien así como para preocuparse. Tal fue su paz, que empezó a dejarse llevar lentamente por la somnolencia mientras sentía la respiración de Taehyung bajo su oreja. Su piel se erizó un poco, una pincelada de su mente pensó en él, en su calidez, en que le tenía a su lado. Con desinterés, pensó en besarle perezosamente. Quizá el frenesí no le afectaba de la misma forma. Puede que, ahora que Yoongi no estaba, pudiesen besarse sobre el sofá para explorar un poco más esa tensión indirecta que compartían.

Jungkook quería dormir. De verdad que lo quería. Pero de un momento a otro, su estúpido cerebro se vio recreándose en cómo besar a su compañero, hasta el punto de espabilarse. Abrió los ojos sintiéndose un pervertido, miró a Tae de soslayo y decidió levantarse del sofá antes de que aquel hormigueo de su muslo presionando con suavidad entre sus piernas, se volviese algo más incómodo.

—¿A dónde vas? —preguntó Tae somnoliento.

—Al baño, ¿quieres desayunar algo?

Taehyung tomó todo el espacio del sofá para él sólo, le miró con una sonrisa perezosa, cabello rubio un poco despeinado.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora