*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas.
Capítulo 11. Un par de piernas
«Boom, boom», Taehyung abrió los ojos lentamente.
La luz dorada de la mañana se derramaba desde la ventana, incidiendo en el interior de una habitación. Sus pupilas se enfocaron poco a poco hasta encontrar la nitidez. Durante un segundo, creyó escuchar el sonido de las olas. Pero no fue otra cosa que su respiración acompasada. La extraña sensación de la gravedad se hizo presente, no se encontraba sumergido en agua, sino tumbado sobre un mullido colchón, con una fina sábana azul oscura cubriéndole. Giró la cabeza lentamente y observó las paredes de madera recubiertas de adornos marinos; unas estrellas de mar falsas, un cordel del que colgaban fotografías y lo que parecían diminutas bombillas apagadas. El techo era cuadrangular, con la otra mitad inclinada diagonalmente, donde se encontraba la ventana. Taehyung parpadeó, vislumbró un pequeño escritorio, una silla giratoria frente a este, un ordenador portátil cerrado y ropa doblada sobre la mesa.
«¿Ese era el olor de Jungkook?», se preguntó un instante, percibiendo fugazmente el aroma de la almohada.
Miró sus propias manos: estaban secas, los dedos carecían de membranas. Eran distintas. ¿Ese también era su cabello seco? Por la forma de deslizarse entre sus yemas, pensó que parecía sedoso. Pero comenzó a asustarse por no vislumbrar ninguna fuente de agua cerca; sin su elemento, moriría. Las sirenas siempre sufrían una rápida deshidratación.
Cuando se giró hacia el otro lado con nerviosismo, se topó con Jungkook. Él se encontraba sentado en una silla, con los brazos apoyados sobre el colchón y la cabeza recostada sobre estos. Una de sus mejillas estaba aplastada, sus rasgados ojos cerrados y cubiertos por pestañas negras.
«Boom, boom», su corazón resonó en su pecho. Taehyung se llevó las manos al punto exacto por encima de su tráquea. ¿Sus pulmones funcionaban? ¿Era eso un corazón? ¿Por qué estaba lejos del agua? De alguna forma, su pavor se vio disparado por un pistoletazo. Entró en pánico, nadie le había enseñado a respirar con pulmones. ¿Por qué se sentía tan liviano fuera del agua? ¿Dónde estaban sus escamas? ¿Qué era eso que se movía bajo la sábana?
Jungkook se despertó rápidamente, alzó la cabeza y pestañeo desorientado con ojos cansados. El jadeo del chico se volvió extraño, entrecortado.
—¿Tae?
Jungkook clavó los codos en la colcha y atrapó sus manos, atrayendo su atención.
—Eh, Tae, tranquilo —le dijo con suavidad—. Estás en mi dormitorio, no pasa nada.
Taehyung le miró como un cordero degollado. Contuvo su respiración enfermiza, mareándose y asustándose por la repentina necesidad de sus pulmones. Jungkook percibió su molestia rápidamente.
—Inspira por la nariz, despacio —aconsejó, estrechando una de sus manos—. Mírame, sólo mírame a mí. Expulsa el aire por la boca.
Taehyung siguió sus indicaciones lentamente, con los ojos empañados. Jungkook notó el temblor de sus dedos bajo su agarre, debía estar muy asustado. Pero fue aún peor cuando Taehyung vio que la sábana se había apartado por su previo movimiento, dejando a la vista un par de extremidades que nunca antes había visto. Cuando no pudo ver su cola azul, sintió tanto pánico que se inclinó hacia Jungkook para refugiarse en él.
—¿Q-qué me está p-pasando?
Jungkook le meció un instante, pasando una cálida mano por su espalda. El chico se agarró con unos fuertes dedos a su grisácea y cálida sudadera, enterrando su nariz junto a la nuez de su cuello.
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Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]
FanfictionLibro publicado en físico en Amazon [⋆] Cuando le conoció, supo que su corazón estaba perdido; sus ojos eran salvajes e irreales. Su piel, como la fina y brillante arena bajo la espuma de verano. Un cabello comparable a la costa del mar turquesa de...