Capítulo 14

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 14. Esencia híbrida

—La puta madre, ¡la puta madre!

Taehyung sacudió la cola en el suelo, su otra enorme mitad de pez azul resplandeció bajo un brillante sol de media tarde. Su cabello de un rubio dorado, tintó lentamente sus mechones de azul cobalto. A Yoongi casi se le salieron los ojos de las órbitas.

—¡Joder, que marrón!

—¿Por qué tengo cola de nuevo?

Tae se miró a sí mismo con curiosidad, sus brazos volvían a encontrarse salpicados por brillantes escamas, los dedos de sus manos habían recuperado la suavidad de sus membranas.

—¡Esto está lleno de gente!

—¡Yoongi, llévame a algún lado!

Yoongi giró la cabeza en ambas direcciones, no tenía ni la más remota idea de qué hacer con Taehyung. Podía haber sido un pececillo de colores, o cualquier otra especie que no resultase tan refulgente y llamativa. Pero de toda la lista de posibles transformaciones, estaba seguro de que las sirenas encabezaban sus locas ocurrencias.

—V-vale, estate quieto.

Se acuclilló para intentar agarrarle, Taehyung extendió sus brazos hacia él, pero cuanto trató de levantarse, cayó de rodillas sobre él y estuvo a punto de probar el suelo con los dientes.

—¡Yoongi! ¿Estás bien?

—Perfectamente —levantó el dedo pulgar con una sonrisa falsa—. Podrías haber mencionado que pesas como uno de esos cachalotes.

—Jungkook no me dijo que pesaba tanto.

—Jungkook está mazado, además, ¡no menciones a ese ser en nuestra conversación! —le apuntó con el índice, totalmente histérico.

Tae hizo una mueca, giró la cabeza cuando escuchó un puñado de voces de un grupo de jóvenes acercándose. Iban a descubrirles. Ese era el final de todo, de su escapada, de su aventura y de su amor con un humano. Sin embargo, Yoongi sacó una fuerza descomunal de algún lado, se incorporó como un Hércules, le agarró de los brazos, desde atrás, y le arrastró por allí como si fuera un saco de patatas.

No iba a permitir que nada de eso pasara. Taehyung era una sirena, el amor de su mejor amigo, y él, un estúpido que no sabía ni cómo diablos había llegado a estar implicado ahí en medio. Aceleró sus pasos y apretó los dientes, la gigantesca cola de Tae se arrastró por el suelo, con un minúsculo aleteo nervioso. Vislumbró de medio lado una caseta portátil cuya puerta mostraba en unas letras blancas donde decían «Sólo Personal». Lo siguiente que hizo Yoongi fue empujarla con el hombro, y con un jadeo, entró de espaldas. Chocó con una pesada estantería cuando arrastró la longitud de Taehyung hasta el fondo de la sala. Una bolsa de pienso cayó sobre su cabeza, se tropezó con sus propios pasos, soltó a la sirena y estuvo a punto de caer de nuevo al suelo. Afortunadamente, el pinchazo de adrenalina le hizo correr hacia la puerta que atravesaron. La cerró casi sin respiración, empujó una escalera metálica para bloquearla y se inclinó sobre sus propias rodillas.

Respiró como pudo, con el corazón en la boca y el pulso en sus oídos.

—C-creo que no nos han visto.

—¿Te has hecho daño en la cabeza?

—No —jadeó, alzó la cabeza levemente, con el rostro enrojecido y lleno de sudor—. En menuda nos hemos metido, dios nos coja confesados.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora