Capítulo 20

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas

Capítulo 20. Sal y arena

Al día siguiente, en el muelle, Yoongi le echó un vistazo al pequeño barco de Hyunjin. El joven surfero comenzó a contarle detalles sobre su vida útil, el encerado exterior, los metros cuadrados, el armario de almacenamiento y los controles. Jungkook les siguió por la cubierta, entró en la cabina y tocó el volante de cuero. Podía imaginarse una tarde tranquila con el equipo de buceo, bajando a explorar el fondo marino en lo que Yoongi trataba de pescar algo. El chico paseó por la zona de controles y se cruzó de brazos mientras Hyunjin y su amigo bajaban la escalera para ver el camarote.

Tae se quedó junto al borde del muelle, con las manos enlazadas tras su propia espalda y sin pisar ni un instante la cubierta. Sus pupilas siguieron al pelinegro, se perdieron en unos humanos que pasaron tras él mismo (ni siquiera le miraron) y pensó lo divertido que era ser uno de ellos. Antes, hubiera entrado en pánico. Pero después de lo de la exhibición y aquella fiesta en el resort, había ganado más confianza en sí mismo. Ahora comprendía mejor sus formas de vivir, si bien nunca podría excusar que la curiosidad de algunos se convirtiese en una crueldad injustificada.

Jungkook le miró de soslayo, percibiendo su profunda nube de pensamientos, fue hasta el borde del yate y le extendió una palma abierta.

—Ven, no vas a caerte ni nada así.

El rubio le miró pensándoselo dos veces. Dio unos pasos inseguros como si creyese que aquello iba hundirse y tomó su mano. Para empezar, no tenía ni idea de cómo funcionaban las flotas humanas. No sabía por qué algo grande —pese a que más grande eran los pesqueros y barcos de carga que había visto en las costas— lograba mantenerse sobre el agua como una pluma. Jungkook enlazó su mano y se lo llevó por la cubierta despreocupadamente. A su compañero casi se le aflojaron las rodillas, pero pronto comprendió que no se hundiría. Era algo mágico.

—¿Te gusta? —le preguntó el humano.

—Con esto, ¿podéis viajar por el agua?

—No grandes distancias, pero, sí se podría dar varias vueltas alrededor de la isla.

Tae se ilusionó rápidamente.

—¡Hala, podría ir con vosotros!

Jungkook colgó un brazo alrededor de sus hombros, lo atrajo a sí mismo y pasearon sobre la pequeña cubierta.

—Podría acompañarte a cualquier sitio —murmuró Jungkook y para su satisfacción, Tae se mostró encantado.

Tocó su nariz con un dedo, sus rostros se acercaron bajo la zona techada de la cubierta y estuvieron a punto de probar los labios del otro, pero Yoongi subió la escalera con Hyunjin e interrumpieron el momento. Jungkook no logró leer nada claro en el rostro de su mejor amigo, él parecía indeciso.

—Entonces, ¿qué vais a hacer?

—Si lo bajas a ciento cincuenta, nos lo quedamos —soltó Yoongi sin consultarlo.

—¿Ciento cincuenta? Ufff —Hyunjin se pasó una mano por la frente—. Pero el camarote está nuevo. Y el sofá es de cuero.

Yoongi cruzó los brazos y le regaló su mirada más inexpresiva. Él era una auténtica bestia cuando trataba de mostrar su indiferencia.

—Está bien. Ciento cincuenta —le ofreció una mano.

—Ciento cincuenta —Yoongi estrechó la mano del surfero.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora