Capítulo 19

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas

Capítulo 19. Mágico

Era demasiado pronto para sacar a una sirena en brazos por la orilla. Jungkook llegó a casa empapado, soltó sus cosas, agarró un bañador negro que intercambió por sus jeans y ropa interior mojada, y luego salió a la playa por el porche trasero. Caminó descalzo con los pies sobre la arena, se deshizo de la sudadera y la camiseta interior, y fue directamente al agua. Allí hacía mejor temperatura, el mar estaba más limpio y el ambiente era mucho más salado que en el puerto.

Taehyung no se había mofado; llegó antes que él y llevaba allí un buen rato. Pensaba que saldrían del agua al principio, pero Jungkook mostró una actitud juguetona y él no pudo rechazar un buen juego en su terreno. Bien, desafiarse con un humano siempre era distinto, ellos tenían sus limitaciones, si bien fuese indudablemente divertido. Jungkook se zambulló, buceó hasta una zona más profunda donde sus talones no llegasen al fondo. Tae pasó cerca, la corriente de agua dejó unas diminutas burbujas tras la agitación de su cola. El pelinegro la atrapó con los brazos, era fornida y ágil, por lo que fue arrastrado unos metros por su increíble fuerza. Quedó varado, como una estrella de mar perdida, sin gravedad, que tuvo que salir a respirar a la superficie con una sonrisa.

Cuando volvió a introducirse en el agua limpia y cristalina, desde el suelo oceánico, Taehyung le dirigió una miradita divertida.

«¿Has terminado?», pareció decirle, apoyando un codo en la arena y su mentón en la mano.

Jungkook le hizo una mueca, bajó hasta él y agarró su antebrazo. El tacto de su cálida mano sobre su piel siempre atrapaba su atención. Le miró fijamente, apreciando su belleza humana bajo el agua. Cabello negro e ingrávido, plena seguridad en su elemento pese a que sus pulmones no hubiesen nacido para vivir bajo la superficie. Jungkook señaló con la cabeza para que le siguiese.

Buceó a su lado —a un ritmo más lento— buscando algo. El joven salió a la superficie para tomar aire y Taehyung le acompañó sin apartar sus ojos de él.

—Por allí hay un saliente rocoso. ¿Quieres verlo?

—¿Podrás nadar hasta allí?

El pelinegro presionó la punta de la lengua contra el interior de su propia mejilla.

—¿Bromeas?

Taehyung sonrió un poco, ya sabía que su humano favorito era valiente y enérgico, pero él le ofreció a llevarle más rápido.

—Agárrate a mí.

Esas fueron las palabras que pensó que nunca le diría a un humano fuera del acuario. Y como hicieron una vez, Jungkook se aproximó a él con sereno nado, abrazó su espalda con media sonrisa y le sugirió que no fuese demasiado rápido (podría soltarse). Tae asintió, esperó a que tomase aire y se sumergió junto al humano para nadar más rápido. Se ahorraron unos cuantos minutos de camino. Taehyung era tan rápido, con un cuerpo dinámico, que Jungkook no dejaría de sorprenderse.

Por aquella zona rocosa había pececillos, conchas de colores y cangrejos pequeños de un tono beige y tostado. Jungkook se sentó en una roca y atrapó uno con los dedos, el cual observó en la palma de su mano.

—Es mono —expresó en voz baja, seguido de un parpadeo.

Tae llegó a él tras dar un barrido —en su instinto de sirena quedaba el inspeccionar la zona antes de distenderse—, el pelinegro soltó el cangrejo sobre la roca y este salió corriendo de medio lado.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora