*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas.
Capítulo 13. Fracción de debilidad
—¿Qué es eso?
Jungkook levantó la mirada y bajó el móvil. Esa noche, junto a la puerta de su habitación, Taehyung se posó en el marco cruzándose de brazos.
—Un teléfono —contestó.
—¿Qué uso tiene?
—Sirve para llamar a alguien —sonrió Jungkook—. A alguien que está lejos.
—Como la voz de las sirenas.
El rubio fue hasta él, se sentó a los pies de la cama, flexionando una pierna bajo el muslo. El humano se arrastró hacia un lado, tocó unos mechones de su cabello en un fugaz silencio.
—Extraño tu pelo azul.
Su compañero se pasó una mano por el flequillo, ni siquiera le había dado tiempo a acostumbrarse a sus nuevas piernas, como para extrañar su antiguo tono de cabello.
—Quiero cantar para ti.
—¿Cantar?
—Sí. Puedo cantar muy bien —le aseguró—. Las voces de las sirenas atraen a los marineros de todas partes.
—Pero yo no soy un marinero. Y no necesitas cantar para atraerme.
Tae bajó la cabeza con una sonrisa tímida dibujándose en sus comisuras. Cuando volvió a mirarle, su tono de voz fue muy distinto, rico, profundo, melodioso. El humano sintió como si su corazón se detuviese, los cilios de sus oídos se encogieron viéndose sometidos a una suave caricia de terciopelo. En ese momento, todo se distorsionó para el pelinegro. El mar tras la ventana a donde daba su dormitorio palpitó en el nombre de una de sus hijas predilectas, Taehyung. Su voz encandiló su corazón, hechizó su mirada, concentró el bombeo de su sangre en su deseo por agarrarle con unos dedos.
Jungkook olvidó sus pálpitos, su respiración, se sintió sentado sobre una nube, en lugar de su propia cama. Los iris de Taehyung cobraron vida, se iluminaron y prendieron sus deseos, así como las ideas más estúpidas. Quería tenerle entre sus brazos, quería lanzarse al mar en medio de una tempestad, liberar una extraordinaria pasión y devorar sus labios hasta que quedasen sin respiración. Necesitaba entregarle todo lo que tenía e incluso más y cuando Taehyung terminó su preciosa canción sacada de algún mito marino, el chico se sintió tan mareado que le costó respirar.
El rubio extendió una mano y tocó su hombro, denotando su exacerbada respiración.
—¿Estás bien?
Los ojos de Jungkook se habían vuelto más oscuros, él asintió y tragó saliva, desviando su mirada.
—E-es más fuerte de lo que esperaba.
—Lo siento. Pensé que te gustaría.
—Y me ha gustado —reconoció con palidez.
—Jungkook. Siento lo de antes. Confío en ti —tuvo una pausa—. Quiero devolverte todo esto de alguna forma, me has sacado de allí, estás protegiéndome, y yo-
—Está bien. Salgamos a pasear. Necesito... aire...
Hablaron con tranquilidad durante los siguientes minutos. Bajaron de la casa y pasearon por la playa; Jungkook necesitaba tomar aire fresco y Tae agarró su mano mientras caminaban. Sentir la arena en los dedos de los pies era algo totalmente nuevo. La vista era preciosa, una playa vacía, varias manzanas a la redonda compuestas sólo por casas, sin apenas luz, con la lejana ciudad a kilómetros, resplandeciendo en el otro extremo de la isla.
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Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]
FanfictionLibro publicado en físico en Amazon [⋆] Cuando le conoció, supo que su corazón estaba perdido; sus ojos eran salvajes e irreales. Su piel, como la fina y brillante arena bajo la espuma de verano. Un cabello comparable a la costa del mar turquesa de...