Capítulo 10

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Libro publicado en formato físico en Amazon. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 10. Corazón helado

El ding del ascensor resonó en los oídos de los chicos. Jungkook y Hoseok empujaron la caja hasta el cubículo, agradeciendo mentalmente que el espacio fuese el suficiente como para que entrase horizontalmente.

—Démonos prisa —dijo Hoseok con seriedad—. Es mejor que no perdamos el tiempo.

—Sí, llénalo de agua —requirió Jungkook con calma—, hay una manguera en las duchas, podrás rellenarlo desde fuera. Yo entraré a por Taehyung.

—¿Así es cómo se llama? —formuló el castaño, advirtiendo que era la segunda vez que mencionaba su nombre—. Es un buen nombre. No te preocupes, yo lo llenaré.

Jungkook asintió con más confianza, miró a Hoseok de soslayo, sintiendo algo de lástima. Estaba seguro de que era un buen tipo, a pesar de que no le conociera demasiado. El ascensor se abrió de manera natural en la planta, Hoseok entró a la sala y agarró el borde del arcón mientras Jungkook empujaba. La dejaron frente a la puerta de las duchas, Hoseok entró para enganchar la manguera, y Jungkook desbloqueó la puerta que daba paso a la superficie del acuario.

La ráfaga de aroma salado golpeó sus mejillas cuando entró al acuario, caminó sobre la arena con las deportivas, pantalón vaquero azul oscuro y sudadera ancha, con capucha. A través del cristal que le concedía vistas directas al mar, sólo pudo ver olas encrespadas, lluvia salpicando el grueso vidrio y el gruñido de las nubes tronando en la letanía. La luz artificial iluminaba la estancia allí dentro, como si fuera un paraíso totalmente ajeno. Jungkook se aproximó a la orilla, pisando con las deportivas la arena húmeda. Se acuclilló frente al agua y mojó las yemas en la frío agua.

En unos segundos más, el azabache siguió con los ojos la ondulación de una cola, la llegada de una sombra silenciosa bajo el agua, aproximándose a la orilla. Taehyung emergió del agua, con mechones azulados y trenzados bajo la diadema desde la que colgaba su corazón de coral, más unos hermosos ojos que se posaron sobre él. Parecía inquieto, tal vez un poco más nervioso de lo que el pelinegro esperaba. Sus cejas estaban ligeramente inclinadas, a pesar de que sus iris se iluminasen por volver a verle. Su rostro y hombros cubiertos de finas gotas saladas que resbalaban sobre su piel.

—¿J-Jungkook? —titubeó.

La sirena extendió una mano y agarró la cálida y seca del humano. Piel contra piel, a distinta temperatura. Jungkook estrechó levemente la suya.

—Vamos a sacarte —enunció el joven con voz grave—. ¿Estás preparado?

Taehyung asintió con la cabeza.

—No tengas miedo —le reconfortó Jungkook—, todo saldrá bien.

—No tengo miedo, si es contigo —contestó Taehyung.

Sus palabras empujaron a Jungkook con un chorro de afecto que atravesó su pecho. Apretó su mano y entrecerró los párpados, antes de escuchar la voz de Hoseok desde la sala. El castaño insistió en que no se demorase. En el cuarto de baño, cerró el grifo de agua, y en la sala, se agachó para arrastrar el pesado arcón por el suelo, con extrema dificultad. No tardó demasiado en rendirse, él estaba demasiado flacucho como para aguantar todo ese peso.

Fuera de la sala, Jungkook se incorporó y profundizó en la orilla con unos pasos. El agua rebasó sus zapatillas deportivas, mojando hasta sus calcetines. El joven se acuclilló muy cerca de la sirena y extendió los brazos en su dirección.

Blue Tail ⋆ Kookv [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora