»twenty-one

2.9K 278 6
                                    

Club de las eminencias.

Helena Tremblay basaba sus logros y éxitos en que tan altas eran sus calificaciones y en cuanto los profesores la notaran, por lo que, recibir una invitación por parte del profesor Slughorn a una pequeña cena con un selecto grupo de estudiantes escogidos por él, había sido de las cosas más emocionantes que le había pasado.

La más emocionante e importante había sido ser escogida como prefecta, por supuesto.

En esos momentos, tras haber pasado poco menos de dos horas conversando y comiendo con el profesor Slughorn y los demás estudiantes, se dirigía hasta su habitación con una radiante sonrisa. Había sido una linda tarde.

Susurró la contraseña y pasó a través de la entrada escondida. Inmediatamente el aire frío de las mazmorras cambió a un aire caliente proveniente de la chimenea, donde se encontraban varios alumnos de Slytherin sentados alrededor.

Subió las escaleras hasta llegar al tercer piso, y caminó hasta el sector Este, donde se encontraban los dormitorios de las chicas.

—Llegué —dijo al abrir la puerta de la habitación.

Adelaide Murton levantó su mirada de inmediato, observando como Helena se deshacía de su túnica y la dejaba junto a su bolso en la cama.

—Al fin. Tardaste más que la última vez—le cuestionó Adelaide.

—Lo sé —suspiró Helena, caminando hasta la cama de la chica—. Slughorn se quedó explicando algo sobre una fiesta de Navidad —bajó su mirada hacia los papeles que Adelaide tenía sobre su cama, los cuales estaban llenos de dibujos y rayones— ¿Ya empezaste con la planificación de la práctica?

—Si... —asintió un tanto apenada, comenzando a ordenas los pergaminos frente a Helena—. Pensaba que te habías olvidado.

—Nunca me olvidaría de algo tuyo —le sonrió, comenzando a analizar lo que había hecho Adelaide— ¿Qué falta por hacer?

—Solo me queda organizar a los cazadores y bateadores —suspiró—. Pero quiero descansar de esto un rato, la cabeza me va a explotar. Mejor cuéntame qué hicieron en ese club de Slughorn.

La rubia apoyó su espalda contra la pared, mirando atentamente a Helena, esta subió sus pies sobre la cama para estar más cómoda.

—Bueno, básicamente hicimos lo mismo que la vez pasada. El profesor Slughorn puso un reloj de arena, y hablamos de varios temas de Hogwarts, las clases, los trabajos y esas cosas.

—Muy interesante —dijo de manera sarcástica Adelaide, haciendo reír a Helena—. ¿Ninguna pelea? ¿Algún chisme?

Helena negó—. Al final comentó lo de la fiesta de Navidad.

—¿Fiesta de Navidad? —repitió Adelaide— ¿De gala y todo eso?

Helena asintió—. Dijo que habrían invitados muy especiales, y que podíamos llevar un acompañante... Estaba pensando en invitarte a ti.

—¿A mí? —volvió a repetir—. Sabes que no me gustan ese tipo de cosas.

—Lo sé, pero...

—Ya tengo suficiente con los bailes a los que me obligan a ir en casa.

—Por favor —suplicó Helena junto a un pequeño puchero—. No tengo a quién más invitar, no quiero ir sola.

Adelaide la miró inquisitiva—. Claro que tienes a quién más invitar. Aunque no me agrede, está el tonto de Diggory... Y he visto que has vuelto a hablar mucho con Tom.

ᴏʙsᴇss ; tom riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora