»fifteen

4.5K 396 32
                                    

El último baile.
Parte 2

En esos instantes la mansión Tremblay se encontraba totalmente repleta, a cada lugar que mirabas podías encontrar personas comiendo, bebiendo, o simplemente charlando unas con otras, con un aire extravagante.

Helena estaba agradecida con que solo tuviera que sonreír y saludar a los invitados, y preguntar si todo iba bien. Aunque, de vez en cuando, ciertos adultos la retenían, y comenzaban con sus preguntas acerca de cómo le estaba yendo en Hogwarts, o como había sido su verano, por lo que no tenía más remedio que decir las típicas respuestas mientras intentaba ser lo más amable posible.

Llevaba haciendo eso durante una hora junto a su madre, y hasta el momento no había podido encontrar o ir a buscar a Adelaide, ni siquiera estaba segura si la chica había llegado aún.

—Claire —saludó feliz Narcissa Malfoy, la cual se había acercado junto a su hijo.

—Cissy —respondió el saludo Claire Tremblay, con un pequeño beso en la mejilla—. ¿Y Lucius?

—En la entrada se encontró con Hugh y Regulus, y desapareció.

—Ya sabes cómo son —ambas rieron. Claire desvió su mirada hacia Draco, el cual había permanecido parado junto a su madre, al igual que Helena—. Pero que grande estás— comentó—. Escuché que te está yendo muy bien en Hogwarts...

Antes de que Draco Malfoy pudiera siquiera abrir la boca, Narcissa ya se le había adelantado—. Si —respondió por él—, aunque Lucius ya le dijo que debía subir aún más sus notas. Casi es el primero en su clase.

—No es mi culpa —replicó Draco—. Todos los profesores tienen favoritos. Esa Hermione Granger... —el chico pronto se cayó al ver la mirada severa de su madre, la cual estaba avergonzada de que su hijo mencionara que una sangre sucia tuviera mejores calificaciones que él frente a Claire Tremblay.

Ahora Draco se encontraba igual de abochornado. Y la tensión ya había comenzado a sentirse en el ambiente.

—Bueno, Draco es uno de los mejores jugadores de Slytherin —trató de alivianar las emociones Helena—. Muy pocos tienen sus calificaciones, y saben jugar bien quidditch.

Narcissa de inmediato comenzó a comentar lo buen jugador que su hijo era, diciendo, incluso, que gracias a él Slytherin se había llevado la copa. Después de eso los ánimos habían vuelto a ser los del comienzo, y ambas mujeres siguieron charlando entre ellas. Aunque Draco no se sintió mucho mejor, y permaneció en silencio, con la cabeza gacha, hasta que aparecieron Pansy Parkinson y Blaise Zabini para llevárselo lejos de allí.

Helena, aprovechando que su madre estaba conversando animadamente con la señora Malfoy, decidió moverse de su lado, e ir en busca de Adelaide. Ya el aburrimiento la estaba matando.

Recorrió gran parte de la casa mirando de un lado al otro, y a pesar de que reconoció a varios estudiantes de la casa Slytherin, no había rastro de Adelaide.

Ya rendida, decidió salir al jardín principal; si iba a estar sola, entonces prefería estarlo en un lugar donde no hubiera tanto ruido. Salió por la puerta principal, y miró a su alrededor. Pequeños grupos de personas se encontraban desplegados a lo largo de todo el jardín, pero visiblemente habían muchísimas menos personas que en el interior de su casa.

Debido a los molestos tacones que llevaba, caminó con dificultad sobre el césped, hasta una de las bancas de piedra. Permaneció ahí sentada por varios minutos, mientras observaba serena las pequeñas flores, y como estas eran movidas por las constantes brisas.

ᴏʙsᴇss ; tom riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora