Estaba irritado, agobiado. No podía con aquella tensión que reinaba en la casa. El silencio continuo y las conversaciones de mis amigos intentando idear planes para encontrarla, me provocaba dolores de cabeza. Tenía que haber una forma de llegar hasta ellos, de encontrarlos. El sol había salido hace por lo menos una hora y media. No podía dejar de pensar en qué momento todo se había ido de las manos, en qué momento esas personas encontraron mi nombre y empezaron a hacerme la vida imposible. Me levanté del suelo del porche del que llevaba sentado desde que se cortó la llamada. Me sacudí los pantalones y me metí dentro, directo a la habitación de Abigail.
Al entrar vi a JJ sentado en los pies de la cama. Llevaba una de las sudaderas de ella en la mano y de vez en cuando se la ponía en la nariz para aspirar su aroma. Tenía el pelo revuelto de haberse pasado las manos continuamente. Tenía los ojos rojos de llorar y subía y bajaba la pierna continuamente. Estaba nervioso, alterado. La habitación seguía intacta desde la última vez que estuve. Tenía los cd 's repartidos por la mesa, con el radio abierto de haber dejado a medias un cambio de cd a otro. Pensar en ella hizo que el estómago me diera un vuelco. Los últimos meses habían sido increíbles. Cuando le confesé que tenía sentimientos hacia ella, no creí que me correspondiera. Me encantaba todo de ella, su risa, su pelo alborotado por la humedad, cuando nos besábamos, su manía de doblar la ropa de una manera y de colocar las cosas de su hermano de forma estratégica para que las encuentre. Joder, la quería mucho, muchísimo. Un recuerdo cruzó mi mente. La noche en la que lo hicimos por primera vez. Ella pronunciando esas dos palabras, sus labios marcando cada sílaba. Te quiero, me dijo. No fui capaz de contestarle, me quedé hechizado ante ella. Me había dicho te quiero, una chica, por primera vez en mi vida y un miedo atroz a perderla me recorrió de la cabeza a los pies. Debí haber sido valiente, debí haberle respondido que yo también, que estaba muy enamorado de ella, pero fui incapaz y ahora, necesitaba gritárselo, necesitaba que supiera que yo también la quería.
JJ levantó la cabeza y fijó la mirada en mí en cuanto abrí la puerta, intentó sonreír pero le salió más una mueca que una sonrisa, apartando la mirada al poco tiempo. Me senté a su lado y apoyé una de mis manos en su hombro para darle un apretón. Soltó un suspiro conteniendo las lágrimas. Los ojos azules de mi mejor amigo, idénticos a los de su hermana, se centraron en una de las fotos que ella tenía con él.
— No sabes lo que echo de menos escuchar los putos cd 's de mierda a todo volumen, hermano — confesó con la voz rota.
— Lo sé, yo también.
— Dios como le pase algo — volvió a pasarse las manos por el pelo — me hundo, me hundo, tío. Es la única que me mantiene a flote.
Siempre había admirado la forma en la que JJ cuidaba, protegía y quería a su hermana. Verlos a los dos juntos era increíble, parecían siameses. Tenían las mismas expresiones faciales, los mismos gestos, la misma forma de hablar y gesticular e incluso, la misma forma de sentarse. Era como verse reflejado en un espejo. Juntos eran invencibles. JJ siempre apostaría la mano por ella y ella apostaría la mano por él. Cuando algo malo pasaba, la reacción que Abigail tenía era buscar a su hermano. Da igual como. Se buscaban con una mirada, un gesto o con el tacto. Abi tenía la manía de que cuando estaba mal, tocaba. Necesitaba tocar a alguien para entender que todo estaba bien, que todo fluía como siempre. Y siempre lo hacía con JJ. Lo había notado varias veces pero fui consciente ayer por la tarde. Cuando Ward decidió hacerle daño a su hija en vez de enfrentar las consecuencias de sus actos. Cuando explotó el barco, la cubrí con mi cuerpo. Ella enterró la cabeza en el hueco entre mi pecho y el hombro. Evitando mirar. Cuando terminó de saltar por los aires los restos del barco, Abigail sacó la cabeza y lo primero que hizo fue buscar a su hermano. JJ estaba parado mirando fijamente la bola de fuego que estaba en el mar. Cuando su hermana agarró su mano, reaccionó y lo atrajo hacia ella. Como la miraba. Como JJ miraba a su hermana era indescriptible. JJ pasó un brazo por mis hombros y con la otra agarró la cabeza de su hermana y empezó a darle besos en la cabeza. Solo era capaz de oír decirle lo mucho que la quería. Y comprendí que para JJ su hermana lo era todo. Su madre los había abandonado y su padre estaba en la cárcel. Y no es que tuvieran una buena relación, especialmente JJ. Y su hermana estaba al tanto del todo. Por lo que siempre estaban juntos, Abigail nunca dejaba solo a su hermano con su padre. Jamás.
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ONESHOTS - OUTER BANKS ╣PAUSADA╠
Short Story"𝙇𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙥𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚𝙣 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙪𝙡𝙩𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤" - 𝙅𝙅 𝙈𝙖𝙮𝙗𝙖𝙣𝙠. 𝘾𝙤𝙢𝙛𝙤𝙧𝙩 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙨: 𝙀𝙨𝙖𝙨 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙞𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙚𝙣 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙛𝙪𝙜...