ONESHOTS - OUTER BANKS ╣PAUSADA╠

AHORA SÍ ES OFICIAL - POPE HEYWARD

Me encantaban las fiestas. Eso sí, fiestas que no implicasen tener a tus padres dando vueltas por donde estás tú disfrutando con tus amigos y estén pendiente de ti. Me gustaban las fiestas que cualquier adolescente puede organizar. Con alcohol, mucho alcohol. Siempre controlando la cantidad. Pero esta vez no fue así. No era una de nuestras fiestas.

Estaba esperando a mis amigos, Rafe, Topper y Sarah, en el porche de mi casa. Mis padres, que solían ser demasiado pesados con este tipo de fiestas, se iban un par de horas antes de que todo empezase. Los padres de mis amigos también solían hacer lo mismo por lo que nosotros, quedamos más tarde y nos íbamos todos juntos evitando estar el mayor tiempo allí. Lo justo para cumplir y poder largarnos a hacer la nuestra. Siempre acabábamos en la misma casa. Los padres de Topper estaban casi todo el tiempo de viaje y, más cuando se celebraban eventos de este tipo, por lo que casi siempre teníamos su casa sola. Lo admito, sus padres eran algo raritos pero me caían bien.

No era muy fan de estas fiestas por el simple hecho de que mi padre me presentaba a todo el mundo. Estoy estudiando derecho, mi segundo año, y mi padre no para de presentarme a personas importantes del sector. Decía que darse a conocer estaba bastante bien. Lo agradecía pero también me gustaba ganarme las cosas por mi solas. Me sentía con ventaja frente a mis otros compañeros cuando hacía este tipo de cosas. Así que hoy volvería a ser lo mismo, por lo menos la mitad de la fiesta. Yuju.

El pitido del coche deportivo de Rafe indicó que ya habían llegado. Cogí el bolso que había dejado encima de la mesa y me dirigí al asiento de atrás. Con la ventanilla bajada, Sarah me saludaba eufórica con la mano. Me acerqué a ella y le di un beso. Subí, saludé a los chicos y Rafe volvió a poner en marcha dirección a la fiesta.

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Cuando se hacían estos eventos de lo único que disfrutaba era de tres cosas: la bebida, la comida y la decoración. La casa de la familia Martin era lo suficientemente grande para que todo Outer Banks cupiera dentro. El porche estaba adornado con una tira de bombillas que daban una luz cálida al ambiente y que se iban juntando hasta crear una unión en el centro, como si de una carpa de circo se tratase. En el jardín unas mesas redonda con los nombres de las familias le daban contraste al sitio. Los manteles de color amarillo roto con bordados de flores en marrón y, sillas redondas forradas con telas del mismo color. Al fondo, saliendo por la puerta de la casa que daba al patio, una mesa llena de bebidas estaba acompañada por otra con distintos canapés. Había camareros de un lado a otro, sin dejar a ningún presente desatendido. Cuando entramos, uno de ellos con una bandeja llena de copas de cava de boca fina, se acercó a nosotros. Hicimos un brindis y bajamos en busca de la mesa de nuestros padres.

Pasé un brazo por el de Rafe y nos abrimos camino hasta llegar a nuestra mesa. En un lado de un árbol, mi padre y el de los hermanos Cameron, charlaban animadamente con otro señor que no conocía de nada. Mi madre y Rose, estaban sentadas la una al lado de la otra también enfrascadas en una conversación. Fueron las primeras en vernos y alzaron las manos para saludarnos. Di dos besos a Rose y luego me acerqué al señor Cameron, que me recibió con una sonrisa. Mi padre se percató de mi presencia y me abrió un hueco a su lado. Aquí iba la primera presentación de la noche.

— ¡Harper, cariño!, acércate — pasó uno de sus brazos por encima de mis hombros — te presento a Steven Madden.

— Un placer — acerqué mi mano a la suya y la estrechamos — Harper James.

— El placer es mío señorita.

— Harper está en el segundo año de derecho con las mejores calificaciones de la clase.

— Asombroso, ¿ya sabes que vas hacer en cuanto acabes la carrera?

— Me gustaría entrar en algún despacho de abogados. Me han comentado que es la mejor opción, tienen muchos servicios jurídicos especializados y puedo llegar a especializarme en un área concreta — le cuento.