ONESHOTS - OUTER BANKS ╣PAUSADA╠

ROMEO Y JULIETA - JOHN B ROUTLEDGE

Abrí los ojos despacio, la luz que entraba a través de la ventana de mi barco me impedía abrirlos del todo. Me desperecé y cuando caí en la cuenta me levanté de un tirón. Mala idea, casi me caigo por culpa de un mareo. Busqué mi móvil por la pequeña habitación para mirar la hora. Con la sábana puesta alrededor de mi cuerpo desnudo me deslicé de la cama para coger el teléfono. Las diez y veinticinco de la mañana. Mierda y más mierda.

Rodeé la cama y me acerqué a John B que dormía plácidamente boca abajo. Lo zarandee un par de veces, pero nada. Anoche habíamos acabado rendidos después de la fiesta y de nuestra pequeña reconciliación en la cama. Tenía que despertarlo antes de que mi hermano viniese, él no sabía nada de lo nuestro.

— John — susurré dándole un par de golpecitos en el hombro — John — repetí.

— Mmm — dijo amortiguado.

— John despiértate, venga, es tarde.

— Déjame — dijo dándose la vuelta.

— John tienes que irte, mi hermano está a punto de llegar — le dije dándole con la almohada.

— Coño, avísame — se quejó.

Lo miré alucinada mientras se levantaba deprisa de la cama. La ropa estaba perdida y no encontraba nada. Me senté de nuevo en la cama, rodeada con la sábana. En plena desnudez mientras buscaba sus calzoncillos no pude evitar mirarlo. El tío estaba hecho un queso. John B se percató de que estaba mirándole porque me lanzó algo que tuviera a mano para salir de mi embobamiento.

— Eh, guapa, los ojos los tengo arriba.

— Ya sé donde tienes los ojos.

— Pues eso, a los ojos.

— No te estaba mirando a ti, engreído.

— Ya, claro, ¿nos vemos después y te doy un buen meneo?

— Por dios, John — le volví a tirar lo que él me había tirado — no hables así.

— Oh, disculpe señora marquesa, ¿quiere acompañarme amablemente a compartir fluidos? — dijo haciendo una reverencia.

— Eso solo lo empeora — aguanté una carcajada.

—¡Mackenzie! — escuché que gritaban

Abrí los ojos de par en par y John se quedó a medias poniéndose los pantalones. Mierda, mierda y mierda. Mi hermano estaba aquí ya. Me acerqué a John y tiré de su brazo para sacarlo por la salida de emergencia que daba directamente al agua.

—¡Ya voy! — respondí.

Abrí la puerta con un poco de nerviosismo y ayudé a John a pasar por ella. Antes de entrar se giró hacia mí.

— Para que veas lo que hago por amor, me voy a tirar al agua para no buscarte un lío — sonrió.

—¿Por amor? — le pregunté algo colorada.

— No te olvides de buscar eso — dijo. No era tiempo para esa conversación ahora.

No le di tiempo a hablar más, le di un beso corto en los labios y lo empujé por la pequeña salida. Luego fui a la puerta para cerrarla y volví a la cama deprisa para cerrar por donde se había ido John B y taparla para que mi hermano no sospechara de nada. Dos golpecitos en la puerta me obligaron a darme prisa en recoger lo que había por medio.

— Mackenzie — dijo mi hermano al otro lado de la puerta — ¿puedo pasar?

— Emm, ¡no!

— Venga Mack, mamá está esperando desde hace un buen rato.