Sarah es la primera en salir de la furgoneta. Los chicos hemos venido hasta su casa para intentar parar a Rafe y que no se lleve la cruz. Hace unos días dedujimos el escondite de este tesoro pero no fuimos capaces de llevárnosla porque pesaba muchísimo. Así que horas más tarde nos enteramos que Rafe y el ayudante que acompañaba a la señora Limbrey nos siguieron y consiguieron llevársela.
— Ten cuidado — le susurro a JJ que me acaba de sacar la zapatilla.
— Perdón, me distraje un momento.
— ¡Tiene el camión! Está ahí — susurra John B acercándose al muro que rodea la casa.
— ¡Agachaos! — exclama Pope.
Los cinco nos acercamos hasta el borde y observamos todo lo que pasa al otro lado. Kiara se fue a casa y no hemos vuelto a saber de ella por lo que hemos tenido que venir nosotros. Rafe aparca el coche delante de la casa y entra en esta asegurándose de que nadie le haya visto. Sarah es la primera en moverse, John sale detrás de ella antes de que nosotros podamos decidir qué hacer. Se paran antes de la puerta de verjas y comienzan a hablar en susurros. JJ, Pope y yo nos miramos entre nosotros. Momento incómodo en sus puestos y listo para salir. ¿Por qué siempre acabamos escuchando todas sus discusiones?. Vemos a Sarah entrar, John B vuelve a acercarse arropado por las coñas de mis mejores amigos y esperamos. Solo podemos esperar.
Sarah lleva un rato sin aparecer, los chicos y yo nos removemos inquietos esperando cualquier señal que nos indique que algo va mal. JJ y yo estamos sentados en el borde de la acera, él está quitando los hierbajos que sobresalen y yo juego con su gorra. Pope apoyado en el muro y John a su lado. Me estoy poniendo de los nervios. No ayuda que haya un silencio extraño en toda la urbanización y que no haya habido ningún movimiento de entrada y salida en la casa desde que Sarah desapareció. Esto me hace pensar en lo peor.
— Voy a ir a buscarla — digo poniéndome de pie.
— Ni hablar — dice JJ intentando ponerse de pie pero le coloco la gorra en la cabeza y lo vuelvo a sentar.
— Está tardando demasiado y me preocupa — argumento cruzándome de brazos — puede necesitar ayuda.
— Lily no creo que sea buena idea — dice Pope.
— Ayudadme a pasar el muro, venga — lo ignoro agarrándome a los bordes. Me giro a verlos. Ninguno se mueve — chicos, Sarah está ahí dentro y puede estar necesitando ayuda. Echaré un vistazo en el camión y entraré. Voy a ser discreta, ayudadme. Ya.
Los chicos se miran entre ellos pero acaban accediendo. Consigo pasar una de las piernas y me quedo sentada a horcajadas. Miro que no haya nadie por los alrededores, aunque si hubiese alguien ya nos habrían visto. Paso la otra pierna y salto. Ando agachada mientras atravieso el jardín. Me acerco al camión, intento abrir la puerta del conductor. Nada. Me acerco a la parte de atrás del camión, también cerrada. Vuelvo a la puerta del conductor. Me acerco y observo la cerradura de las puertas. Me fijo como son y la cara se me ilumina. Sé como abrirlas. Me quito la horquilla que me sujeta el flequillo y la abro. Me asomo por el borde, los chicos no están en la misma zona que antes. ¿Los habrán pillado?. Sacudo la cabeza e intento concentrarme. Me agacho, introduzco la horquilla. Mi padre es mecánico y desde pequeña siempre me ha enseñado a abrir puertas en el caso de que alguna vez necesitara. Parece ser que ese momento ha llegado.
Después de maniobrar el sonido de un clic hace que abra la puerta deprisa. Me subo y observo todo. Encuentro una palanca grande y una pequeña abajo, a unos de los laterales del volante. La pequeña tiene que ser la que abre la puerta de atrás. Pruebo, no escucho nada. Me bajo y voy atrás y tiró de uno de los tiradores que abre las puertas. Está durísimo por lo que me cuesta un par de intentos abrirla. Cuando lo he conseguido, abro lo justo para que pueda asomar la cabeza. Una ola de terror me recorre de los pies a la cabeza. Dentro el compañero que acompañaba a Limbrey está muerto, mirándome. Me aparto de la puerta con las manos temblorosas y la mirada ida. Un muerto. Otro muerto. ¿Ha sido Rafe?, no, no puede ser él. Unas manos me rodean y el pánico se apodera de mí. Consigo zafarme y ver de quién se trata. Con la respiración agitada y las manos en el pecho me giro. Delante de mí con las manos en alto, Rafe me mira. Intenta acercarse pero le pongo la mano delante, para que se pare. No quiero que dé un paso más. En otras circunstancias no me importaría que se acercara a mí, me encantaría que lo hiciera porque lo llevo deseando desde hace tiempo, pero ahora, viendo el muerto que tiene ahí dentro, no lo quiero cerca.
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ONESHOTS - OUTER BANKS ╣PAUSADA╠
Short Story"𝙇𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙥𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚𝙣 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙪𝙡𝙩𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤" - 𝙅𝙅 𝙈𝙖𝙮𝙗𝙖𝙣𝙠. 𝘾𝙤𝙢𝙛𝙤𝙧𝙩 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙨: 𝙀𝙨𝙖𝙨 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙞𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙚𝙣 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙛𝙪𝙜...