Nota autora: Hola! Antes de que os embarquéis en otra nueva aventura con los pogues, me gustaría agradeceros a todos lo que votáis, comentáis, leéis o compartís mi historia, el apoyo. Estamos cerca de las 5000 lecturas y hemos llegado a los 300 votos.
Sé que aún me queda mucho por aprender en lo que se refiere a la escritura, tanto desarrollo de tramas como de personajes. Espero que estas pequeñas historias te hayan ayudado o te ayuden para desconectar de la realidad.
Gracias de corazón a todo el que le ha dado una pequeña oportunidad a este proyecto, jamás pensé que podría gustarle a tanta gente. Muchas gracias por ser parte de este proyecto, por brindarme vuestra confianza y darme todo el apoyo necesario para que esta meta se cumpla. Eso es todo, os dejo con el nuevo capítulo. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Os quiere,
Cristina.
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"A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en el mismo ataúd"
— Alphonse de Lamartine.
No podía parar de mover la pierna de manera nerviosa. Sentía que cada vez hacía el movimiento más rápido. Fuera, la lluvia golpeaba con fuerza la carpa en la que estábamos sentados. Tenía a mi lado a Kiara, que estaba agarrada de la mano de Pope. JJ estaba de pie dando vueltas de un lado para otro. Hace unas horas que nos habíamos despedido de mi hermano cuando la policía llegó. Desde entonces estábamos aquí.
Los minutos pasaban y no conseguía descifrar ninguna información que me indicara que mi hermano estaba bien. La tormenta había aumentado de intensidad y a veces temía que echara abajo todo el tinglado que tenían montado. Me pasé las manos por el pelo, estaba desesperada necesitaba saber que mi hermano había conseguido escapar o si lo habían pillado o no sé, cualquier cosa que me hiciese saber algo sobre él. Como si el universo me hubiera oído, Shoupe con un grupo de policías detrás apareció. Me levanté rápidamente, como si el asiento quemara de repente, seguida de mis amigos. Él se quitó el gorro empapado del chubasquero y me miró.
— ¿Los tienen? — pregunté.
— No — dijo el agente acompañado del gesto de cabeza. Sentí a los chicos mirarme.
— ¿Han huido? — preguntó Kiara. Shoupe agacho la mirada unos segundos, como pensando qué decir.
— Los hemos... — hizo una pausa, y volvió a mirarnos, pasando sus ojos por cada uno de nosotros. — los hemos perdido — soltó, sentí mis piernas flaquear — lo siento — me miró.
Perdido, mi hermano estaba perdido. Di unos pasos hacia atrás, como si de repente mi cuerpo no supiera mantenerse a sí mismo, sentí una mano sujetarme pero la aparté de malas maneras. Todo a partir de ahí empeoró, sentí cada sonido como si tuviese la cabeza metida en una botella. Lejanos, amortiguados. Escuché a JJ gritar, a Kiara llorar y a Pope recriminarle cosas a los agentes pero, nunca sabré qué le dijo porque mi cabeza no estaba allí. Me quedé plasmada mirando al mar. Buscando alguna pista que me diera a entender que todo formaba parte del plan. Nada, solo había oscuridad. Sentía una presión en el pecho, como si me estuvieran aplastando los huesos. Me llevé la mano al pecho y me puse de cuclillas. El corazón me latía desbocado. Lo sentía roto por dentro. Me sentía rota por dentro. La cabeza me empezó a doler. No pude retener las lágrimas mucho más, empecé a llorar. Mi llanto era desgarrador, como si me estuvieran torturando en aquel sitio. Me acerqué a Shoupe y lo agarré del chaquetón.
