El sonido de una notificación hace que abra los ojos repentinamente. Anoche me olvidé de apagar el teléfono y ahora tengo que levantarme a por él. Un brazo fuerte me rodea la cintura. JJ a mi lado, tiene la cara enterrada en mi cuello. Me deslizo por la cama intentando no despertarlo y me acerco al escritorio. Otro mensaje aparece en la barra de notificaciones. Es de Kiara.
"Ya tengo el DJ contratado, ¿nos vemos luego para ir a recoger la tarta?"
"Genial, nos vemos a las seis"
Vuelvo a dejar el teléfono encima del escritorio, pero esta vez en silencio, no sin antes borrar la conversación. Mañana es el cumpleaños de JJ, su cumpleaños número 18 y estoy encargándome de prepararle una fiesta sorpresa. La haremos en casa de Kiara y llevo desde hace un mes pendiente de que me manden el mensaje de que su regalo esté listo y organizando todo al milímetro. Cuando vuelvo a la cama, JJ se acurruca de nuevo contra mi cuerpo.
—¿Quién te habla a estas horas? — pregunta, su voz ronca de por la mañana queda amortiguada en mi pelo.
— Kie, hemos quedado hoy.
— Mmm — dice como respuesta.
Me giro y me quedo cara a cara con él. Todavía tiene los ojos cerrados y se le ha quedado la marca de la sabana en la mejilla izquierda. Está guapísimo hasta recién levantado.
— Deja de mirarme así — dice.
—¿Así cómo? — le pregunto mientras jugueteo con los pelos que le caen por la frente.
— Con ese brillito en los ojos — abre uno suyo para mirarme — con ese brillo que significa deseo — termina susurrando.
— No sé de qué me hablas — digo un poco nerviosa. Odio que me conozca tan bien.
— Solo tienes que pedirme que te folle si es lo que quieres, amor.
Tragué saliva. JJ no es que fuera muy mal hablado en el terreno sexual pero cuando se ponía en ese plan, me calentaba demasiado. Me mordí el labio y él se colocó encima de mí. Los músculos de sus brazos se tensan al aguantar su peso.
—¿Qué pasa?, ¿te he dejado muda? — pregunta con una sonrisilla en la cara.
— No — paso una de mis manos por sus abdominales definidos — quiero que me folles — digo mirándole a los ojos.
JJ suelta un gruñido pero no pierde el tiempo. Sus manos se agarran a mis caderas mientras reparte lentos besos por todo mi cuello hasta bajar a la clavícula. Mis manos suben por su espalda hasta llegar a su cuello, del que me agarro un pelín más fuerte de lo normal y él envuelve mis labios con los suyos. Aquella mañana parecía refrescar pero yo empezaba a sentirme acalorada. Sus besos eran demandantes, JJ quería llevar el control de la situación pero a mí también me gustaba dominar, así que aquella danza de lenguas se convirtió en una competición por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero.
Solté un gemido cuando deslizó por mi estómago uno de sus dedos hasta la parte de arriba de mi tanga. JJ solo llevaba los bóxer puestos y en algún momento me había quitado la camiseta de tirantas que usaba como pijamas. Separó sus labios de los míos y conforme bajaba mi ropa interior, su nariz fue deslizándose por mi cuerpo, aspirando mi olor, mi aroma. Y sus manos acariciando mis piernas mientras me sacaba la tela.
Se colocó entre mis piernas y me miró desde abajo. Con deseo, deseo por mí. Tenerlo ahí abajo era una experiencia totalmente excitante. No era la primera vez, pero se sentía como si lo fuera. Me miró unos segundos más, con sus labios cada vez más cerca de mi zona más sensible, como pidiéndome permiso. Asentí y, en cuanto su lengua pasó despacio, mi mano fue directa a su pelo. Con la otra agarre el borde la almohada y solté un jadeo. Eso pareció gustarle y siguió deslizándose despacio, arriba, abajo, sin prisas. Mis jadeos se intensificaban cada vez que pasaba su lengua por mi clítoris. Sus labios entraron al juego y casi pierdo el control por unos segundos. Me arqueé de placer en cuanto encontró el punto exacto. Vio mi reacción y siguió dándole con más rapidez. Un cosquilleo empezó a formarse en la zona baja de mi cuerpo.
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ONESHOTS - OUTER BANKS ╣PAUSADA╠
Short Story"𝙇𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙥𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚𝙣 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙪𝙡𝙩𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤" - 𝙅𝙅 𝙈𝙖𝙮𝙗𝙖𝙣𝙠. 𝘾𝙤𝙢𝙛𝙤𝙧𝙩 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙨: 𝙀𝙨𝙖𝙨 𝙨𝙚𝙧𝙞𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙫𝙞𝙚𝙧𝙩𝙚 𝙚𝙣 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙛𝙪𝙜...