ONESHOTS - OUTER BANKS ╣PAUSADA╠

EL FOTOMATÓN - POPE HEYWARD

De: seagee_@gmail.com

Para: bewancel3@gmail.com

Asunto: Verano.

Con respecto a tu pregunta sobre qué voy hacer este verano, no tengo ni idea. Mi grupo de amigos tiene unas ideas un poco raras para pasar el verano. Si supieras lo que hicimos hace un par de años me tomarías por loca, no quiero correr el riesgo de que pienses eso de mí. Algún día te lo contaré, antes tengo que pedirle permiso a los chicos. Espero que tu curso haya ido bien, sé que tienes muchas ganas de empezar la universidad, aunque aún no sé qué carrera quieres hacer. Empiezo a sentir que me estás ocultando cosas, jajaja.

Espero no perder el contacto contigo durante el verano, me siento libre cuando hablo contigo. Será porque no te conozco. ¿Has pensado sobre eso?, lo de vernos me refiero. Llevamos hablando muchísimo tiempo y de vez en cuando me pregunto si querrías verme. Yo a ti sí. Tampoco te sientas presionado, solo me gusta que sepas lo que pienso. Me encantaría que tuviéramos un encuentro de película, esas escenas que te encuentras en mitad de la discoteca y no te importa nadie de alrededor porque saber perfectamente quién está delante tuya. Pase el tiempo que pase.

Me he vuelto a enrollar, como siempre, no se como me soportas. Espero verte por Outer Banks. Al menos sé que eres de la misma ciudad que yo y eso mola. ¿Qué vas hacer tú durante este verano?

Te quiere, Lake.

Pulse la tecla de enviar y espere en el muelle de mi casa a que los chicos aparecieran. El mensaje me lo envió anoche y no había podido pararme a escribirle hasta ahora. Dentro de unas horas sería el atardecer y los chicos habían decidido ir a pescar a uno de los canales donde más suerte tenían. Me habían dicho que saliese hace cinco minutos pero como siempre, me mentían y acababan llegando más tarde.

Lambrosso, como se hacía llamar por internet, era un chico de aquí de Outer Banks, aunque como habrás podido intuir, no lo conozco físicamente. Nos conocimos en una página de reseñas de películas. Estaba navegando una tarde por internet, mientras me tomaba un descanso del estudio, por esta página cuando encontré una reseña sobre una película que se había convertido en una de mis favoritas. No es que en ella dijera que la película era mala pero sí que tenía un argumento bastante absurdo. Me llamó la atención ya que esa película había tenido muy buenas críticas, así que decidí hablarle por chat privado. Tardo dos horas y media en contestarme, a mí ya se me había olvidado por completo que le había hablado a esa persona, así que, cuando sonó la notificación me pareció raro. Estuvimos discutiendo sobre la película hasta la madrugada. El tío rebatía bien, daba respuestas contundentes y claras, pero yo me empeciné en que no me ganaría aquella batalla. Esa película era una de las mejores que había visto y estaba dispuesta a hacerle cambiar de opinión.

Después de un par de semanas, volvía a meterme en la página y de nuevo, una reseña suya sobre una de mis películas favoritas de una saga muy poco conocida, era demasiado antigua y los efectos especiales no eran muy buenos. Me picó el gusanillo de nuevo y le abrí el chat. De nuevo volvimos a debatir sobre cuál era mejor de la saga. Esta vez estuvimos casi toda la madrugada hablando, menos mal que al día siguiente era fin de semana. Me puse feliz cuando descubrí que había visto esa saga. Cuando terminamos de hablar esa noche, le envié una solicitud de amistad por la pagina, me la aceptó dos días después.

Desde entonces, estamos constantemente hablando. Un par de meses después le pasé mi correo electrónico. No quería darle mi número a cualquiera así que esta me pareció muy buena idea. Casi nadie usaba el correo para hablar así que lo vi como una cosa bastante íntima para los dos. Aunque seguramente que medio mundo hacía lo mismo que nosotros. Poco a poco dejamos de hablar sobre películas y empezamos a contarnos cosas de nosotros. No me había dicho nunca su nombre real pero sí donde vivía y la edad que tenía. Imite su acción, no le di mi nombre real, aunque me moría de ganas de hacerlo, pero hablar por pseudónimos me parecía divertido. Cuando quise darme cuenta, llevábamos hablando casi nueve meses.