Es lo que provocas en mi

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Sentía mi cuerpo arder y una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, el oxigeno comenzaba a faltarme, pero no quería separarme de el, era un beso demandante, su lengua recorría toda mi cavidad bocal,  sentía un sabor mentolado en su boca, tal vez por lo que había estado bebiendo. Nos separamos por fin para respirar, paso su mano sobre mi pecho, bajándola poco a poco hasta llegar a mi abdomen y pellizcarlo un poco, acerco su cara a mi oído y susurro. 

-A-cheng, realmente quiero llevarte a mi departamento hoy... pero quiero que estés de acuerdo, por que llegando a el, no me contendré. 

Su voz era raposa pero suave, trague fuerte ante sus palabras, con tan solo su voz sentí que me desarmaría en ese momento, mi cuerpo hervía y quería atención, bese su cuello y susurre mi respuesta.

-Si, llévame contigo ahora mismo. 

Se separo de mi rápidamente y puso en marcha el auto, durante el camino colocaba de vez en cuando una mano sobre mis piernas y daba caricias lentas, también me miraba con ojos brillantes llenos de excitación. 

Al llegar a un complejo de apartamentos bastante grandes se estaciono, bajo del auto y me abrió la puerta, me jalo para bajar y caminamos apresurados al elevador, al cerrarse me acorralo en la esquina y  comenzó a devorar nuevamente mi boca, me sentía extasiado,  cruce mis brazos detrás de su cuello para profundizar el beso, sentía sus manos recorrer mi espalda, con cada rose dejaba una sensación caliente sobre esta, como si sus manos quemaran. 

El elevador sonó, notificándonos que habíamos llegado, nuevamente abandono mis labios y me jalo del brazo sin lastimarme, llegamos al frente de una puerta, coloco su numero de entrada y esta se abrió automáticamente, entramos con prisas, me estampo contra la pared mientras cerraba la puerta con su pierna, sus labios se apoderaron de mi cuello mientras levantaba mi cuerpo, instintivamente enrede mis piernas en su cadera, sintiendo un placentero rose de caderas. 

Un jadeo exagerado salió de mi boca, el se detuvo y me vio a los ojos.

-Realmente hoy no quiero dejarte ir, así que quiero que me lo digas... dime que quieres que continúe. 

Esta vez fui yo el que ataco sus labios mientras meneaba un poco la cadera para aumentar aquel rose que me hacia sentir cada vez mas caliente. Me separe y susurre.

-Quiero.. quiero hacerlo hoy...

Sin esperar mas cargo con el peso de mi cuerpo y se dirigió a su recamara, abrió y me dejo recostado en la suave cama, estaba a punto de quejarme ya que me dejo solo en la cama, pero me calle en el momento, ya que lo vi quitarse la chaqueta y con ella la playera, mis ojos se clavaron en aquel abdomen marcado, escuche su risa e instantáneamente subí mi mirada a su cara.

-Déjame ver también a mi A-cheng. -ronco-

Su voz era como un detonante en mi cuerpo, instantáneamente afloje mi playera y me la quite dejándola caer a un lado de la cama, sentía su mirada sobre mi, por el calor del momento comencé a desabotonar mi pantalón,  lo baje y lo retire, igualmente lo deje caer de la cama.  Lo mire a los ojos, y por fin pude distinguir que sus ojos desbordaban deseo, brillaban, eran como los de un depredador a punto de comerse a su presa, mordí mis labios ante la vista que tenia, verlo parado delante de mi, sin camisa viendo mi cuerpo que solo era cubierto por mi ropa interior... era algo que ni en mis sueños mas húmedos pude imaginar. 

Parecía estar en trance, así que me hinque sobre la cama delante de el y toque con la yema de mis dedos su pecho, realmente era un hombre perfecto, baje lentamente mis manos y comencé a desabrochar sus pantalones, el sonrió de una manera que jamás había visto, me ayudo a bajar sus pantalones y luego atrapo mi mano, la dirigió a su parte intima y  la coloco sobre esta, sentía como se levantaba y palpitaba debajo de mi mano. 

Amarres (xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora