Un hombre sabio

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Los Ojos le ardían, sentía el cuerpo cansado y la vista nublada, había pasado toda la noche en vela recalcándose lo imbécil que fue al creer que en su vida podía pasar algo bueno, su cuerpo temblaba de vez en cuando ya que seguía empapado, al ver el reloj noto que ya no eta temprano, era casi medio día, pero aun no estaba seguro si regresar a su departamento o no, solo tenia el dinero suficiente para pagar una noche en el hotel, y si tarjeta estaba en su departamento. 

Soltó un suspiro de cansancio, aun no se sentía listo para confrontar a los demás, pero no sabia a donde ir, su única amiga estaba fuera de la ciudad en un viaje de negocios, y en los demás ni siquiera pensarlo, no sabia que tanto estaba Huaisang metido en esto.  

Se levanto de la cama y tomo sus cosas, resignándose a volver a su casa, sin embargo antes quería despejar su cabeza, así que vagaría por la ciudad un rato mas. 

Al salir el sol golpeo su rostro, sentía pequeños espasmos en su cabeza, tal vez por el cansancio , comienzo a caminar sin un rumbo fijo, la mayoría de la gente que se cruzaba con el lo evitaba, sabia que se veía muy mal, tenia la ropa semi húmeda, la cara hinchada de tanto llorar y probablemente estaba pálido.

Sin prestar atención a las miradas siguió su camino hasta llegar a un parque,  jamás lo había visitado a pesar de estar relativamente cerca de su casa, tomo asiento bajo la sombra de un árbol y se perdió nuevamente en sus pensamientos, no supo cuanto tiempo estuvo viendo a un punto fijo en el horizonte hasta que sintió que  una botella fría caía entre sus brazos.  

Confundido giro y se encontró con un hombre de mediana edad que miraba al horizonte mientras se sentaba a su lado, confundido levanto la botella de agua y se le quedo viendo.

-Es un regalo, hace mucho calor y se ve que te has deshidratado mucho.

El hombre giro a verlo directamente a los ojos y Jiang cheng supo que lo decía por los rastros de lagrimas que aun quedaban en su rostro, apenado asintió en agradecimiento y miro al cielo nuevamente. 

- Tal vez este viejo sea un entrometido... pero un alma tan joven no debería estar sufriendo de esta manera, que te hizo daño?

Jiang Cheng no pudo evitar desviar la mirada para poder apreciar bien a aquel señor entrometido, era un hombre de piel blanca, a pesar de ser mayor se veía muy vivaz, sin saber por que le pareció muy familiar pero a la vez muy extraño. Tal vez era por la falta de consuelo que decidió hablar y tratar de desahogarse un poco con el, ya que de todos modos, probablemente nunca lo volvería a ver. 

-Alguien jugo conmigo...y el que le ayudo fue mi hermano.

Sin decir mas puse atención a su expresión, sin embargo no hubo cambios en ella,  simplemente siguió viendo al cielo escuchándome.

-La persona que me gustaba siempre me ignoro, mi hermano decidió hacer todo un plan con el para burlarse de mi, me hicieron creer que el me quería...

- Y.. estas seguro que fue un juego?

Mis ojos se clavaron con extrañeza en el, sin entender lo que estaba diciendo, el solo comenzó a sonreír como si al contrario de mi, supiera algo importante. 

-A veces las cosas no son lo que parecen, los malos entendidos han terminado con amistades de años o relaciones estables, la mala comunicación siempre será un defecto para los seres humanos, incluso podemos morir sin saber la verdad o las razones de el por que las acciones de otros. 

Sus palabras salían calmadas y sin prisas, con un tono amable pero a la vez seco.

-Que quiere decir?

-Sonrisa- Dime muchacho, escuchaste ya las explicaciones de los demás? 

-Por que escucharía las excusas de los demás?, lo hecho, hecho esta y la confianza no es algo que se pueda restaurar así como si nada.

-Exactamente, lo hecho, hecho esta, sin embargo si nunca sabes las razones que te llevaron a esos "hechos", vivirás en constante desconfianza.

-... Pero y si realmente  es lo que creo?

-Solo quedara aceptarlo y confrontarlo, de esa forma tu corazón no tendrá arrepentimientos-sonrisa-

Finalmente aquel hombre giro a verme, su cara era calma pero en ella había una pequeña arruga en su entre cejo apenas visible, su media sonrisa me recordó a la sonrisa de aquel, dueño de mis dolencias en este momento, a pesar de que me seguía siendo familiar, no pude recordar de donde. 

-Yo..

-No lo pienses mucho, es solo un consejo de este viejo entrometido, pero si realmente quieres saber que es lo que paso, debes darle una oportunidad a la otra parte para explicarse... quien sabe, tal vez si no lo haces ahora mas adelante te arrepientas. 

Se levanto sin decir mas, hizo un ademan con la mano en forma de despedida y comenzó a caminar, mi vista lo siguió y susurre un "gracias" a pesar de saber que no me escucharía, en algún momento su silueta desapareció entre  los arboles.

Me quede mirando la botella en mi mano, el sol comenzaba a esconderse, y el clima a enfriarse, me quede un rato mas pensando en las palabras de aquel hombre desconocido... 

Para empezar, por que si quiera lo había escuchado?, jamás lo había visto en mi vida, sin embargo su presencia me genero confianza y calmo un poco mi adolorido corazón, y sus palabras fueron directas y concisas, como si realmente supiera exactamente lo que me había pasado. 

La oscuridad de la noche se hizo presente, y  sin mas remedio me levante y seguí mi camino. Camine al rededor de 1 hora, y millones de preguntas se incrustaban en mi cabeza, aquel encuentro solo me hizo ver de otra perspectiva esto, sin embargo eso no quitaba el dolor que seguía sintiendo. 

Al llegar tome el elevador, estaba cansado, quería llegar y simplemente quedarme dormido, callando así todos los pensamientos que tenia.

Al salir del elevador y caminar a mi departamento me encontré con una figura conocida sentada frente a mi puerta con aquella bolsa de postres que ya había olvidado, al notar mi presencia levanto la vista y pude ver que estaba igual de demacrado que yo, aquella sonrisa característica era ahora un fantasma en su rostro, y sus ojeras contrastaban violentamente con su blanca piel. 

Al verlo así mi corazón dio un salto de sorpresa, desvié la mirada y me dispuse a intentar entrar a mi departamento ignorándolo.

El se levanto y  comenzó a llamarme, con toda mi fuerza de voluntad evite que nuevas lagrimas aparecieran en mi rostro. 

-A-cheng... por favor escúchame, déjame explicarte por favor. 

Abrí mi puerta ignorándolo y me dispuse a entrar, sentí como tomaba mi manga para detener mi andar. 

-Por favor, dame una oportunidad de explicártelo... si... si después de eso no quieres volverme a ver, yo.. no te volveré a molestar. 

El elevador se abrió llamando mi atención, y de el bajo wei ying con ojos rojos y la preocupación marcada en su rostro.  Se aproximo a nosotros apresuradamente y tomo mi mano.

-A cheng... donde estuviste?, realmente yo... yo estaba muy asustado por no encontrarte. 

Mientras decía todo esto su voz se quebró y comenzó a llorar. A pesar de todo, verlos así a ambos me partió el alma. Las palabras de aquel hombre llegaron a mi cabeza, suspire y me zafe del agarre de ambos.

-A-cheng..

-Cállense... hoy realmente no quiero escucharlos.. solo, déjenme solo por hoy, mañana tu ven aquí por la tarde

Señale a Wei ying con el dedo.

-Y tu... solo déjame tranquilo por ahora, hablare contigo cuando me sienta mejor. 

Sin mirar sus reacciones me adentre en mi departamento y cerré la puerta, suspire y me fui directo a la cama... aun tenia que pensar en todo esto un poco mas. 






  

Amarres (xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora