Rata

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Era de mañana, una linda mañana.

Eso significaba que Naruto seguiría durmiendo como un sinvergüenza y un Sasuke molesto llamando a gritos desde la planta de abajo para que bajara a desayunar.

— ¡Levántate ya Naruto! — espero unos segundos, pero nada— ¡Dobe!

Ningún ruido provino del cuarto que ambos compartían, y esa era señal de que no lo estaba escuchando.

Enfadado se quitó el mandil morado con olanes y comenzar a subir con pasos rudos las escaleras para llegar a la segunda planta de la casa.

Abrió con fuerza la puerta de la habitación, dejando un ruido molesto cuando esta golpeó contra la pared.

Con pasos fuertes se dirigió a la ventana, pateando los vasos de ramen que Naruto comió en la media noche mientras él dormía.

Y abrió las cortinas para que entrara la luz del medio día, ganando la protesta ahogada de Naruto por la reciente cantidad de luz que entraba al cuarto, cubriéndose con más ahincó las cobijas en un capullo para seguir durmiendo.

— ¡Ya! ¡te! ¡dije! ¡que! ¡te! ¡levantaras! ¡Usuratonkachi! ¡flojo! — Sasuke palmeó con fuerza una y otra vez las nalgas de Naruto aun por encima de la cobija, escuchándolo lloriquear.

Esperando a que fuera destapándose inmediatamente por el dolor y Sasuke activando su Sharingan en un segundo quitándole la cobija a Naruto para evitar que volviera a meterse a dormir en la más minina distracción.

— ¡Sasukeee! ¡No quiero! — Naruto se aferró a la cobija hasta que esta abandonó sus brazos sin fuerza, siendo arrancada de su cálido cuerpo.

Refunfuñó y pataleó contra Sasuke como un niño pequeño porque lo levantaran tan temprano.

— Ya es más del medio día. No has desayunado y ya casi termina mi descanso.

Sasuke se inclinó para levantar las ropas regadas que estaban en el suelo, dejándolas en el cesto de ropa sucia que estaba en la esquina.

No entendía como en una sola noche de hambre, el Uzumaki había ensuciado todo. Dejando un chiquero que hasta ahora estaba limpiando, no pudo hacerlo antes porque no quería que Naruto volviera a hacerlo.

— Ayúdame a limpiar todo esto ¿¡Como puedes ser tan desordenado!?— Sasuke tomó entre sus manos, lo que parecía, una pequeña camisa manchada de soya— ¿¡Que mierda es eso!?— y la arrojo contra Naruto, quien la cachó en el aire.

— Ya voy, ya voy— aun con el sueño en sus ojos y soltando bostezos Naruto recogió una bolsa de plástico llena de chucherías a medio comer— ¡Ahhhh!

Arrojó de inmediato lo que tenía entre manos para acercarse a Sasuke y abrazarlo, empujándolo contra lo que sea que habría tocado su mano.

— ¿¡Ahora que!?— el Uchiha pensaba que era otra de las bromas de Naruto para evitar limpiar su desastre. Se estaba aferrando a su playera como un desesperado e intentaba quitárselo de encima

— ¡Ahí... algo allí! ¡En esa bolsa! — Naruto con la mano señalaba un punto en especifico de la habitación, justo al pie de la cama.

Un movimiento rápido de entre toda la basura los hizo mantenerse callados.

Sasuke lanzó una de las sandalias de Naruto en ese lugar, esperando una nueva reacción de lo que se escondía entre sus desechos.

— ¡Allí viste! ¡No te estaba mintiendo teme!

— Shhh— Sasuke con precaución y el sharingan activo se acercó al sitio, agarrando la escoba que estaba cerca de la puerta y tanteando el piso en cada ocasión.

Pronto un animalillo peludo paso por la punta y se deslizo ágilmente entre la basura, para después brincar contra la pierna desnuda de Naruto, quien se encontraba en shorts.

— ¡AHHHHHH!— ambos adultos gritaron presas del pánico.

Subiendo a la cama en un santiamén, tan rápido que se abrazaron entre ellos para seguir gritando cuando el animal doméstico siguió corriendo como loco por sus gritos desenfrenados.

Naruto y Sasuke sabían lo que era; una rata.

Una rata había sido la que se había colado de entre toda la basura nocturna de Naruto y pensar en comenzar un nuevo hogar en ese túmulo de desperdicios.

— ¡Sasuke! ¡Sasuke haz algo!

—¡¿Como que haga algo?! ¡tú eres el que ensucio el cuarto en primer lugar! ¡Tú lo arreglaras y sacaras a esa cosa de aquí!

Sasuke estaba un poco desconcertado, ¿Cómo una maldita rata entraría por la noche sin que se dieran cuenta? 

La casa siempre la mantenía limpia y cada semana hacia una revisión de esta para hallar plagas o problemas de mantenimiento.

Naruto estaba allí, llorando, sujetando una almohada contra su pecho y arrojando algunas cada que la rata se movía entre las cosas.

Al final, tuvieron que llamar a Sai, Kiba y Pakun para arreglar este problema. Ganándose burlas por parte de la mayoría de sus compañeros por su actitud tan infantil.

Era tan gracioso encontrar a Naruto y Sasuke en su cuarto, parados sobre la cama y un montón de basura a su alrededor pidiendo ayuda para que se deshicieran del asqueroso animal doméstico.

Era una rata del tamaño de un gato y eso los asusto más.

En conclusión: Sasuke y Naruto les tienen miedo a las ratas; Sasuke porque es muy higiénico y no las tolera, y Naruto porque es un llorón sin remedio.

Otptober SasuNaruSasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora