AMORES ENEMIGOS[mikellino]

capitulo 1 (el comienzo)

Mike...un chico mitad perro, de cabellera rubia, frio y serio, que trabaja para un líder, Cuya armada era no solo la mas conocida entre todas las dimensiones si no que también una de las mas temibles y respetables... "La armada.exe" muchos evitaban hablar de ella pues daba tanto pavor el simple echo de pronunciarla o escuchar el nombre de esta, que era como un tabú para la mayoría.

la armada como su nombre lo dice esta repleta de exes y una que otras sombras, que eran rechazados por la sociedad por temor ha estos y por algunos que eran creados atreves de una formula que hizo el gran líder de estos, ha excepción de un grupito que eran "humanos" ¿la razón de que hubiera humanos en un lugar repleto de exes y sombras? nadie lo sabia... pero lo que muchos si sabían era que no se tenían que meter con ellos, claro cosa que mayoría ignoraba, aquel grupo era conocido como squad human los cuales estaban conformados por;

tina: una chica, linda y tierna, con un tono de piel casi rosado, peliverde y rosa, muchos se preguntan como alguien así con esos rasgos podría ser tan despiadada a la hora de matar... especializada en tortura su apodo era "destripadora" pues con su guadaña como arma podía abrirle el abdomen a cualquiera sin que lo notase hasta que viera sus propias tripas en el suelo, sus cortes podían ser tan delicados que ni se sentían, pero eso no le quitaba su letalidad...

edad:19

sparta: un niño dulce y carismático, peli café claro y muy crespo, de labios carnosos ¿Cómo alguien con esa carita había llegado a tal lugar tan retorcido como ese? especializado en la caza su apodo era "el cazador del bosque" con su arco como arma y cerca de un bosque lo único que le quedaba a sus enemigos era rezar aunque fueran ateos, pues en ese mismo momento se volverían cristianos ya que de hay nunca mas saldrían... por lo menos no vivos.

edad:16

mayo: de estatura baja, peli morado de tonalidades oscuras casi cerca de llegar a negro, tes blanquecina, apasionado de la robótica y las computadoras todo un nerd para cualquiera que lo viese por primera vez pero... de alguna manera ese genio loco había logrado crear virus virtuales capas de dañar un ser vivo ¿como? solo el lo sabe, quien podría descifrar como este amante de la pizza pensaba.

edad:20

rius: apasionado por las canciones , de pelo blanco y rojo, con la estatura promedio, cualquiera podría pensar que es un estudiante universitario, su forma de ser tan alegre y contagiosa pero.... nadie pensaría que este chico podría ser todo un maniaco de las explosiones, su presencia a la hora de atacar era única, pues desprendía un olor a pólvora tan fuerte que cuando los enemigos la olían, podían sentir el pavor en sus cuerpos.

edad:23.

estos a pesar de ser solo un grupo de cinco integrantes eran realmente peligrosos, normalmente son subestimado por sus apariencias, pero sus resultados siempre eran los mejor de expectativas muy altas.

por los grandes y oscuros pasillos podíamos escuchar como el líder del escuadrón, caminaba a pasos calmados dirigiéndose a la oficina de su jefe, no podía negar que odiaba cada paso de daba que acortaban cada vez mas su distancia hacia su destino, pero tampoco es como si tuviera otras opciones después de todo, tenia hojas en sus manos que contenían información de misiones recientes con estadísticas exactas de las bajas del bando contrario, de los heridos, etc.. lo único que pasaba en su mente era como hacer para salir los mas rápido de esa oficina pero antes de que se diera cuenta ya estaba frente a las enormes puertas de madera gruesa, se quedo allí quieto soltando un pequeño suspiro inaudible.

"abran la puerta" dijo mientras los exes que se encontraban como guardias la abrieran de una vez dejándolo pasar. entro sin mas por enzima de una alfombra roja oscura, mirando siempre directamente el escritorio que estaba al final de lo que pisaba, sentía su cuerpo tensarse cada vez mas, podía hasta incluso oler la fuerte presencia de autoridad terrorífica que invadía esa oficina y sabia perfectamente quien la emitía. una vez frente al escritorio agacho su cabeza en forma de reverencia.