capitulo 2

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Mentiría si decía que no tenia miedo, suplicaba que algo ocurriera y que el se marchara lejos de ahí, aunque significara ir a una misión con pocas probabilidades de vivir.

Las grandes manos de su líder manoseaban su cuerpo sin pudor, debes en cuando se detenían en ciertas partes y jugaba divertido, era como ver a un depredador jugar con su presa agobiándola antes de comérsela, pocos fueron los minutos que pasaron cuando esas agiles manos ahora estaban debajo de sus ropas, permitiendo el contacto directo con su piel clara.

Deslizaba las puntas de los dedos por el abdomen del as, en línea recta, podía sentir un cosquilleo recorrerle el cuerpo, mientras el mitad perro encorvaba la espalda por aquellos hormigueos, trollino.exe sonreía ladinamente, amaba esas reacciones del mas pequeño, como se retorcía bajo sus manos, como aguantaba soltar algún  quejido, no tenia mejor satisfacción que esta.

Pronto los dedos traviesos del mayor se detendrían a entretenerse con los pezones del chico. Mike quería quejarse, pero jamás de daría el gusto a su líder, preferiría mil veces coserse los labios.

toc 

toc

Sonó al otro lado de la puerta, trollino.exe gruño molesto por ello.

"¿que?" pregunto fríamente, juraba que si no era por un buen motivo mandaría a matar al desgraciado  que interrumpía. 

"la rata azul ha mandado una carta urgente" respondió un exe del otro lado.

"después la leeré" ordeno, ojeo a su as con una sonrisa cómplice, agarro la cola ajena y la apretó.

"ghh..." reprimió un grito, apretó sus puños con fuerza, entendía perfectamente lo que intentaba hacer su líder y no se lo permitiría.

"además estoy algo... ocupado" ancho aun mas su sonrisa.

"tiene un timbre rojo la carta" advirtió.

Como obra de magia trollino.exe soltó a Mike, abrió la puerta y le quito la carta de las manos, le echo un vistazo frio al exe dándole ha entender que se marchara, cosa que no tardo en entender.

Trollino.exe se giro hacia su as.

"no creas que te libraste de tu insolencia

Fue lo único que dijo seriamente antes de desaparecer entre los fríos pasillos, el  as soltó un suspiro de alivio seguido con una leve sonrisa, la sensación del miedo no se desvanecía, de verdad creyó que volvería a caer en las asquerosas garras de su líder. Se enderezo y camino derecho a salir de aquella sala,  no pensaba perder mas tiempo, se iría derecho a la misión encargada.

Camino por varios minutos, ese lugar podría ser increíblemente grande, algo llamo su atención, un pequeño grupo hablaba animados, dos de ellos discutían sobre una apuesta y almuerzo, no negaría que aquello le daba gracias, conocía perfectamente a ese grupo y que esos dos individuos siempre apostaban absurdas cosas. Al parecer ellos también notaron la presencia del perruno, no dudaron en acercarse.

"oh, As ¿vienes a comer algo? ya es hora del almuerzo... nos preguntábamos si ¿quieres comer junto?" le comento emocionada deseando que esa ocasión no la rechazara también.

"no gracias tina, tengo trabajo por hacer..." le respondió serio, pero por dentro, apenaba no poder acompañarlos.

"ya veo... " dijo algo decepcionada, de alguna manera ya esperaba esa respuesta.

Odiaba ver los así, no es que el evitara relacionarse con ellos, es solo que tenia tantos papeleos y trabajo que con tan solo la idea de comer le atrasaba todo.

AMORES ENEMIGOS[mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora