capitulo 31

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Trollino.exe: “sa-sacame de aquí…” se sentó en el suelo tapándose sus ojos.

Xx: “sigue llorando y te dejaré ahí para siempre” amenazó desde afuera.

Odiaba estar solo, odiaba sentirse solo, su padre repudiaba su presencia con asco, por lo que no pensó en nada mejor que pagarle a alguien para que lo entrenará para ser un subordinado fiel.

Estaba solo, todos se alejaban de él espantados o con asco, nunca jamás había sido visto con otros ojos, un demonio nacido como exe y la desgracia del rey.

Trollino.exe: “¡P-porfavor no!” Se levantó del suelo golpeando la puerta con desesperación “¡N-no me de-dejes aquí!” Suplicó asustado “¡N-no lloraré!”

Lloraba aterrado un niño de cinco años, él no quería ser entrenado, él no quería ser obligado a no mostrar debilidad, él quería volver con su familia. No importaba si era rechazado o si su propia madre intentó matarlo, él prefería volver que estar solo.

Xx: “¡Te quedarás aquí hasta que dejes de ser un puto llorica!”

Sintió un impulso de adrenalina en su pequeño cuerpo, como si le hubieran dado fuerzas para romper la puerta y ser libre, la fuerza exe de su interior había despertado. El encargado de él lo miraba shockeado.

Xx: “tu…” sacó su látigo de su cintura con furia “maldito bastardo”

Trollino.exe: “pe-perdón….p-per-perdon…” Se disculpó arrepentido, no quería ser castigado otra vez, se arrodilló espantado suplicando el perdón.

Xx: “¡¿Quien te dió permiso de llorar?!”

Se abrazaba así mismo en el suelo, su espalda ardía con cada azote. Tenía prohibido mostrar debilidades, pero simplemente no logró soportar los golpes y sus ojos se desbordaron llenos de miedo.

Trollino.exe: “¡¡Ahhh!” Gritó “n-no…sniff… vo-volvere a llorar” se secaba desesperado las lágrimas, los exes no merecían llorar porque eran seres desalmados “p-pero no m-me pegues….” Soltada hipidos llorosos.

Xx: “¡Vas a recibir mucho más que esto!” Se acercó violentamente al infante.

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Trollino.exe: “¡Suéltame!” Gritó exaltado.

Miro sus alrededores lleno de pánico, tocó su espalda asegurándose de que estuviera bien. Estaba en su oficina. Jadeaba aterrado.

Trollino.exe: “...” Sudaba frío “tks…” llevó su mano a la frente “solo una pesadilla…”

No podía creer que se había quedado dormido otra vez, sentía sus ojos pesados como si no hubiera descansado, jamás lograba conciliar el sueño de manera correcta sin tener una pesadilla. Miro hacia el escritorio de su As.

Trollino.exe: “...”

Claro, las únicas veces que descansan era cuando se escabillia por las noches a dormir a la habitación del rubio. Vio la hora.

Trollino.exe: “aún no llegas” dijo inquieto, sabía que dejar a su As solo en medio de la tormenta fue la peor idea, pero no podía permitirse ser visto ante los ojos del rubio, o se hubiera dado cuenta de su ‘pequeño’ intervención.

Se sacó uno de sus guantes dejando su mano desnuda, miró las cicatrices repartidas en cada lado tocándolas lentamente. Recordaba cómo en una de las tantas misiones que tuvo su As, en una volvió gravemente herido, con un veneno que le había provocado una fiebre altísima. Mientras lo curaba, el menor había alucinado balbuceando estupideces y una de ellas jamás lo olvidaría.

AMORES ENEMIGOS[mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora