La redención de Azra

La vida es bella

Holaaaaa... Otra vez por acá. Cuando nuestros planes marchan a la perfección nos parece que la vida es bella. Lo difícil es pensar lo mismo cuando los planes se tuercen. 

Las críticas a los diseños habían sido bastante halagadoras, así que podían seguir trabajando por la misma línea para el resto de la temporada. Había celebrado a su equipo con un cóctel después del desfile, al que también concurrió el público invitado y la prensa. Pese a lo tarde que se había acostado, había trabajado todo el día siguiente. Estaba agotado, pero quería verla. No habían estado juntos desde hacía cuatro días, concretamente desde el fin de semana en que navegaron juntos y ya le parecía una eternidad.

Tan pronto llegó al hotel tomó una ducha para estar más fresco, así que cuando ella hizo sonar la tarjeta al pasarla por la ranura junto a la puerta de la habitación, ya estaba listo esperándola.

- ¡Viniste! – le dijo Azra con una sonrisa alegre, aunque agotada, dejándose caer pesadamente en el sofá de la sala.

- Así es. Vengo a celebrar el éxito del desfile contigo – dijo Can sentándose junto a ella.

- ¡Qué lindo eres! ¿Por qué no me avisaste?

- Me gusta sorprenderte – respondió mientras le acariciaba suavemente el cabello.

- Sí, ya es una costumbre.

- ¿Muy cansada?

- Sí, demasiado. Hoy fueron las semifinales del baloncesto.

- ¿Y? – preguntó intrigado.

- La categoría sub-15 y la sub-17 pasaron a la final, pero los chicos de la sub-13 no lo lograron y estaban un poquito tristes.

- Pero eso de todos modos son excelentes noticias.

- Sí, nos tocó reconfortar a los más pequeños, hay que seguir trabajando con ellos.

- Además, instalar a dos equipos en dos finales de diversa categoría es muy buen resultado.

- Así es. Pero lo mejor de todo es que vinieron a vernos de Fenerbahçe y de Beşiktaş.

- Eso es una buena noticia y otra mala.

- Jajaja... tonto. Ambos equipos están interesados en jugadores de la sub-15 y de la sub-17 también. Tengo que llenar unos informes que me han solicitado para hacer la postulación formal a las becas deportivas. Es una oportunidad muy buena para mis niños.

- ¿Tus niños?

- Sí, son mis niños – respondió con ojos somnolientos.

- Espero que fichen por Fenerbahçe.

- Jajaja y yo espero que fichen por Beşiktaş, pero como no quiero perder mi tiempo explicándote porque Beşiktaş es mejor que Fenerbahçe, tomaré una ducha, mientras ordenas algo para cenar.

- Sólo por decir esa herejía deberías quedarte sin postre, pero eso no es castigo para ti, porque jamás comes postre. Así que tendré que encontrar otro método para que te retractes.

- Ja... cuidado y no terminas tú retractándote.

- ¡Jamás! Fenerbahçe es la institución deportiva más gloriosa de este país.

- Haré como que no oí ese disparate – gritó Azra entrando al cuarto de baño entre risas.

Estaba realmente agotada. Después del torneo, había tenido el tiempo justo para llegar a sus clases de tenis y luego a las clases de pilates, pero ver a Can constituía su mayor fuente de felicidad en estos momentos, así que no dejaría que su estúpido y cansado cuerpo insistiera en dormirse.