¿Quién llega primero a casa?

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Holaaaa... El fin de semana pasado estuve un poco floja, pero es que he tenido unos días para el olvido en el trabajo. En fin, acá un nuevo capítulo... Y prefiero no decir nada porque cualquier cosa que diga será spoiler. Mil gracias por sus votos y por sus lindos comentarios.


- ¿Y dime, Sedef, qué te parecen los diseños finales de las etiquetas?

- ¿No crees que puede ser de mal gusto usar el concepto de gemelos, dado lo que ocurrió con los niños de Can?

- Lo he pensado mucho, pero creo que es un bonito homenaje a esos dos angelitos.

- Los diseños están hermosos, eso sí debo reconocerlo y sobre todo muy ad hoc para botellas de vino.

- ¿De verdad te gustan?

- Pues claro, mujer. Sabes que no soy dada a halagarte gratuitamente.

- Eso es cierto.

- ¿Se los has mostrado a Can?

- No todavía, pero apenas vuelva del club se los enseñaré.

- ¿Almorzará con nosotras?

- Eso espero.

- ¿Cómo lo has visto? ¿Está mejor?

- Sí, está semana definitivamente su semblante ha cambiado. Está más relajado y sonríe más a menudo.

- ¡Por fin! – suspiró aliviada Sedef.

- ¿Por qué preguntas?

- Bueno... Este... Después de como lo vi en Ushuaia – respondió nerviosa.

- Creo que le ha hecho muy bien ver a la tal doctora Saat.

- Sí, me alegro mucho que haya decidido buscar ayuda. Sé que Can es un hombre fuerte, heredó tu carácter, pero también es cierto que lleva sobre sus hombros grandes responsabilidades y a veces siento que está muy solo – comentó ensimismada Sedef.

- Por eso quiero que se case.

- ¡Ay no! Por favor, no lo agobies con eso.

- No le he vuelto a mencionar el tema.

- Ni lo hagas. Cuando menos lo esperes conocerá a alguien. ¡Ya lo verás!

- No creo – suspiró Neslihan

- ¿Por qué?

- Esa mujer mató sus ilusiones.

Ante el silencio de Sedef, Neslihan agregó:

- La quiso mucho. Por ella cambió. Por ella maduró y por ella fue capaz de enfrentarme. A veces pienso que esa experiencia lo marcó tanto, que jamás volverá a ilusionarse.

- Puede que tengas razón...

- En fin. Prefiero no recordar eso. Lo importante es que lo veo mejor y ya me di por vencida. Si quiere intentar nuevamente ser padre de ese modo tan... ¡Extraño! Pues lo apoyaré.

- Me alegro que hayas recapacitado.

El sonido el móvil de Neslihan interrumpió la conversación entre las dos hermanas.

- ¡Es Burcu! – exclamó Neslihan antes de responder la llamada con una sonrisa, mientras Sedef ponía los ojos en blanco. ¿No que había recapacitado, se preguntó?

La redención de AzraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora