ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ ᴛ/ɴ || ꜰᴜᴇʀᴢᴀ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 18

-T/N. -me llamó Chifuyu.

-¿HMH? -respondí mirando mi móvil.

-No hace falta que estés todo el día conmigo. -me dijo Chifuyu -Veo que tienes cosas que hacer. -me miró sonriendo.

-¿Eh? -alze mi vista del móvil y miré a Chifuyu. -A no, no es nada importante en verdad. -sonreí.

De repente me empezó a sonar el teléfono.

-¿Seguro? -me miró Chifuyu. -No te preocupes por mí.

-Pero tú... -dije mirándole a los ojos.

-Yo voy a estar bien, tranquila. -me sonrió.

-Ademas, tengo a Peke J conmigo. -sonrió cogiendo al gatito con las manos y mostrándomelo.

La llamada ya había finalizado.

Este volvió a dejar al gato en el suelo. Peke J se dirigió hacia mí y se sentó enfrente mía mirándome.

-Mm... vale... pero solo porque es Peke J. -le acaricie la cara al gatito. Este empezó a maullar.

-Esta bien, pero si necesitas ayuda no olvides en llamarme. -me levanté.

Me empezó a sonar el teléfono otra vez.

-Creo que te tienes que ir ya. -me miró.

-Si. Adiós Chifuyu, nos vemos más tarde. -dije cerrando la puerta de su habitación.

Antes de cerrarla del todo, vi como Peke J se dirigía hacia Chifuyu. Chifuyu lo empezó a acariciar.
Terminé de cerrar la puerta y sonreí.

Al salir del departamento de Chifuyu cogí el teléfono.

-¿Que quieres Yamagishi? -contesté a la llamada.

-¡¡LLEGAS TARDE T/N!! -gritó Yamagishi.

-¡Auch! -me quité el móvil de la oreja. -¿Que? ¿Llegar tarde, a dónde? -pregunté confundida.

-¿Que? ¿No te cuerdas? La semana pasada quedamos todos juntos.

-¿Enserio? Emm... pues... dime ubicación y voy. -dije.

-Eres increíble, siempre igual. Si es que... -dijo Yamagishi.

-¡Oye! ¿Que quieres decir con eso Bakagishi? -pregunté molesta.

Este me colgó rápido. Me quite el móvil de la oreja y miré la pantalla. En la pantalla ponía "Llamada finalizada".

-Ese idiota... -dije apretando el móvil.

[...]

-¡Ey T/N, por aquí! -escuché la voz de Yamagishi.

Miré hacia mi izquierda y allí estaba, saludándome con la mano alzada.

-Ey Yamagishi, lo siento por llegar tarde jaja. -me arrasqué la cabeza riendo.

-No pasa nada. -me sonrió.

-Y...¿Y los demás? -pregunté mirando alrededor.

-¿Eh...? ¡Ah, eso! No me cogieron el teléfono. -sonrió.

-¿¡QUEE!? -me sobresalté.

-Pues que... solo tú me cogiste el teléfono jaja. -me dijo.

-¿Pe... Pero no hubiera sido mejor quedar otro día ya todos juntos? -me llevé la mano a la cabeza.

-Bueno... es que... -miró Yamagishi a un lado. -Hoy hay una oferta de un vídeo juego que siempre he querido y pues... no quería ir solo.

-Agh que idiota, habérmelo dicho primero idiota. -dije.

-¿Que? ¿No estás enfadada? -me preguntó.

-¿Que? ¿Porque iba a estarlo? -rodeé a Yamagishi por el cuello con mi brazo derecho. -Somos amigos ¿No? -sonreí.

-¡Si! -asintió Yamagishi sonrojado.

-Bueno y... ¿Dónde está la tienda? -me separé de el.

-Esta cerca, vamos. -sonrió Yamagishi.

Los dos nos dirigimos hacía la tienda. Tras unos minutos llegamos.

-Bien pues llegamos a la tienda. -dije en la puerta.

-¡Si, entremos! -dijo con los ojos brillando.

Entramos en la tienda y Yamagishi lo empezó a buscar.

-¡T/N, T/N lo encontré! -viendo corriendo hacía mi con el juego entre las manos.

-¡Bien! -sonreí. -¿Y cuanto cuesta? -pregunté.

-A pues... -empezó a buscar el precio.

Este alzó la vista del videojuego y me miró decepcionado.

-¿Que pasa? -pregunté.

Este volvió la vista al videojuego triste.

-A ver, trae. -le quite el videojuego de la mano.

-¡Ostias! -me asusté al ver el precio. -¿Que tiene este videojuego para valer diez mil yenes? -me sorprendí. -¿Pero no estaba en oferta? Espera, acaso... ¿No miraste de cuánto era la oferta, verdad? -sospeché.

Miré a Yamagishi y este estaba que se le salían las lágrimas de los ojos.

-No se porque no me sorprende. -dije mirándole a los ojos. -Anda, vámonos, deja el juego donde estaba. -le dije.

Este me hizo caso y dejó el juego en su sitio. Los dos salimos de la tienda decepcionados.

-Bueno pues... otro día será... -dije dándole una patada a una lata que había en el suelo.

-Aaahh -se quejó Yamagishi. -¿Porque me pasa esto a mí? -se siguió quejando.

-Bueno a ver Yamagishi... Yo tengo un juego parecido, así que te lo puedo prestar para que no estés triste. -dije.

-¿Que? ¿Enserio? ¿Harías eso por mí? -me preguntó agarrándome de los hombros.

-Eh... si bueno, lo haría si. -dije mientras Yamagishi me sacudía de lao a lao. -Yamagishi... para... me voy a marear...

-¡Gracias T/N, gracias! -me abrazó fuerte.

-Yamagishi no puedo respirar. -intenté decir.

-¡Ah, eh, si, lo siento jaja! -se separó de mi.

-Bueno... ¿Y que quieres hacer ahora? -me preguntó Yamagishi.

-Emm... pues no sé en verdad. -respondí. -Grrrr. -me sonó la tripa.

-¿Eh? ¿Tienes hambre? -me preguntó.

-Eh... bueno... es que... no he podido comer en todo el día... -dije avergonzada mirando a otro lado.

-¡Vayamos a comer algo! -me sonrió Yamagishi. -A decir verdad... yo también tengo un poco de hambre jaja.

-HM. -asentí sonriendo.